lázaro criado. Afirma que no hay que dormirse en absoluto - Archivo

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El conseller insular de Turismo, Lázaro Criado, saca pecho ante las cifras arrojadas por la Nota de Coyuntura Turística de Balears que elabora el Govern. Está satisfecho, es evidente, pero no deja de ser prudente: "La valoración es positiva, pero los datos no están exentos de fragilidad, ahora se tienen que asentar, tienen que fraguar. Hay que ir con tacto".

Los números a los que se refiere Criado son un 4,5 por ciento de aumento en la llegada de turistas, frente al 1,8 por ciento del conjunto de Balears, lo que supone en cifras absolutas 42.900 personas entre enero y agosto. El conseller explica que esta cantidad supone el 21 por ciento del incremento total de llegadas que se ha producido en el Archipiélago, "un porcentaje que está muy por encima del peso de Menorca en el conjunto de la oferta hotelera de Balears".

También destaca que Menorca es la única isla donde mes a mes el índice de ocupación ha ido creciendo (salvo uno donde los porcentajes se repitieron). Sobre el menor gasto por día registrado en la Isla, diez euros por debajo de la media balear, Criado matiza: el estudio no tiene en cuenta el turismo nacional que en Menorca tiene un peso muy superior al resto de las Islas (un 47 por ciento frente al 29 por ciento global) y además en la Isla se registra el promedio de estancias más alto. Es decir, el turista gasta menos por día pero durante más días.

Sobre la incidencia de los convenios firmados con los touroperadores en los buenos resultados obtenidos en la presente temporada, Criado dice que es evidente, como demuestra el hecho de que el mercado británico haya bajado sólo un 1,1 por ciento (cuatro puntos en Balears) y el alemán haya subido un 19,6 por ciento (3,7 por ciento en las Islas). No obstante, el conseller no quiere dejar de resaltar el trabajo realizado por la Fundació Destí, "con una promoción muy rigurosa en estos mercados y en los emergentes". Un ejemplo, los 3.000 polacos que se han pasado por la Isla. "Los convenios hacen su trabajo, pero la Fundació también".

Ante el hecho de que los hoteleros maticen los buenos datos de llegadas con el descenso de los precios y de los márgenes de beneficios, Criado apela a la dinámica del mercado libre, que determina los topes de las tarifas. Argumenta que los precios no pueden ser rígidos y explica que quien quiera cobrar más caro debe tener capacidad de generar valor con su producto.