El ADN de 80 playas en una arenoteca

La arenoteca, que es como se ha bautizado el estudio llevado a cabo por Quatreconsultors para la Sociedad de Historia Natural de Balears, ha requerido la recogida de muestras de entre 20 y 30 centímetros cúbicos de arena, el 85 por ciento de la cual ha resultado ser de origen bioclástico, mientras que el 15 por ciento restante sería de origen litoclástico, que es la arena que se origina por la disgregación de una roca.

Este porcentaje acaba haciendo únicas las playas de Menorca, pues las del resto del mundo son de origen litoclástico.

Según Guillem X. Pons, profesor del departamento de Ciencias de la Tierra en la Universitat de Illes Balears, y miembro del Institut Menorquí d'Estudis (IME), otro de los factores que hacen particular la arena de Menorca respecto a la de otras playas del Archipiélago es que "las de tramontana son únicas por estar situadas en un entorno silícico que aporta esta coloración tan peculiar".

Pero sin duda, afirma Pons, lo más destacado del estudio es que las playas de la Isla "son auténticos cementerios de millones de organismos que han vivido a pocos metros de profundidad en un ambiente de praderas de posidonia. Estos organismos son los que nos permiten gozar de nuestras playas".
conservación

Conservar estos organismos es uno de los objetivos primordiales del Consell, que lleva a cabo la gestión de las playas teniendo en cuenta su fragilidad y conociendo como funciona desde el punto de vista biológico y geomorfológico un sistema dunar y aplicar los instrumentos de gestión.

"Por ejemplo, la no retirada de posidonia muerta que llega a las playas es un elemento protector de la posible erosión de la playa frente a temporales", asegura Pons.

Otras recomendaciones serían no entrar a menudo en la playa con maquinarias pesadas para la retirada de basuras, y hacerlo en cambio de forma manual. O bien proteger la vegetación de los sistemas arenosos, que son los que capturan los granos de arena que podrían desaparecer y dan estabilidad a la duna.