Promesas. Una visita en 2007 del ex conseller de Medio Ambiente, Miquel Àngel Grimalt, quien comprometió su apoyo a la planta - Archivo

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Plazos, compromisos incumplidos y buenas palabras es todo lo que ha obtenido hasta ahora el Ayuntamiento de Es Castell en su reivindicación al Govern de la construcción de una planta potabilizadora de agua que debería estar ya en funcionamiento, según los sucesivos anuncios púbicos realizados por el Ejecutivo autonómico.

El alcalde de la localidad, Juan Cabrera, aguarda ahora, no sin cierto escepticismo, que la próxima semana se le remita desde Palma el anteproyecto de la planta, para estudiarlo e iniciar todo el proceso burocrático que permita ejecutar la obra, y que incluye la solicitud de la declaración de interés general y diferentes informes medioambientales.

El municipio, uno de los que presenta una mayor concentración de nitratos en el agua destinada al consumo humano, es ahora, ante la lentitud de la Administración balear, terreno abonado para empresas que se dedican a la instalación de equipos de depuración en los domicilios, con campañas de venta telefónicas en las que los comerciales no dudan en alarmar y alertar a los vecinos, a quienes indican que consumir o cocinar con agua que contiene un exceso de nitratos puede ser cancerígeno.

Negociación

El alcalde de la localidad, Juan Cabrera, ha manifestado su impotencia y declarado que "el Govern balear lleva ya más de tres años dándonos largas", una situación que se ha complicado además con los sucesivos relevos en la gerencia de la Agencia Balear del Agua, señaló el alcalde. La Conselleria de Medio Ambiente fue una de las afectadas por los cambios derivados de la crisis política que concluyó con la salida de Unió Mallorquina del Ejecutivo autonómico.

De hecho, fue Isidre Canyelles quien, en noviembre de 2009, en calidad de director general de Residuos Hídricos, anunció la aplicación de un sistema biológico en la potabilizadora de agua de Es Castell, en lugar del método de eliminación de nitratos mediante ósmosis inversa, que era el que inicialmente se había contemplado.

La planta deberá ofrecer suministro tanto al casco urbano del municipio como a las urbanizaciones de Santa Anna, Sol del Este y Son Vilar pero su coste, al incorporar el sistema de tratamiento biológico –mediante la utilización de bacterias que descomponen los nitratos–, es más elevado y asciende a tres millones de euros.

Con el sistema anterior de ósmosis inversa el presupuesto de la potabilizadora rondaba los dos millones de euros y el Ayuntamiento contaba con una reserva de 850.000 euros para contribuir, en un 50 por ciento junto con la Conselleria de Medio Ambiente, a la construcción de la planta.

Aumento de inversión

La diferencia presupuestaria entre ambos proyectos es otro de los problemas a los que se enfrenta el gobierno municipal, ya que todavía no cuenta con un convenio cerrado que recoja la aportación exacta del Govern balear al proyecto. El Ayuntamiento espera que la inversión autonómica sea mayor que la anunciada inicialmente, si bien en el último encuentro mantenido con el actual director de la Agencia Balear del Agua, Mariano Morell, éste afirmó que el compromiso de su departamento seguía siendo de sufragar la mitad del coste de la instalación.

Asimismo, las preguntas presentadas por el Grupo Popular en el Parlament balear, para conocer los planes del Govern sobre la potabilizadora, no han logrado que el conseller de Medio Ambiente, Gabriel Vicens. clarifique la dotación económica del Ejecutivo balear para el proyecto ni un plazo concreto para su ejecución, que ya no será posible en este año.

El Ayuntamiento de Es Castell cuenta con los terrenos para ubicar la planta –junto al depósito de Trepucó– y remitió ya a finales de 2009 todos los datos relativos al agua de consumo humano del municipio a la empresa AREMA, especializada en ingeniería ambiental y encargada de la desnitrificación en la planta de Les Borges del Camp, en Tarragona. Dicha instalación era el modelo que el Govern quería importar para el tratamiento del agua en Menorca aunque, por ahora, el plazo de julio de 2010 para su inauguración ya ha caducado.