Juan Manuel Rodríquez Peláez - J.M.R.

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Autoficha
Soy Juan Manuel Rodríguez Peláez, nací en Avilés, Asturias y tengo 43 años. Soy maletero. Llegué a Menorca por amor, palabra que contiene dos consonantes, dos vocales y dos idiotas, uno era yo. Todo lo que se ponga a tiro y se deje me interesa. Soy bipolar, vino en el lote junto con otras cosas más, el lote era variado y generoso había de todo.

¿Qué fue lo que lo ha motivado a dar la vuelta al mundo en bicicleta?

Comenzó hace unos 20 años postrado en una cama, con un sobrepeso importante, mientras leía "Capitán Pedales". La situación no era sedentarismo voluntario, era consecuencia de la impuesta bipolaridad. En esa situación tan poco propicia a los grandes proyectos me dije a mí mismo "eso lo haré yo", "Capitán Pedales" estaba dando la vuelta al mundo en bici. Al principio sólo me motivaba el hecho de unir dos aficiones, pedalear y viajar. Con el tiempo se ha transformado en otra cosa.

¿Qué otra cosa...?

El hecho de dar la vuelta al mundo en bici poco a poco se ha ido convirtiendo en un pretexto de otro proyecto que me motiva bastante más, la divulgación de la problemática de las enfermedades mentales, las enfermedades invisibles. Soy bipolar, llevo en tratamiento psiquiátrico hace unos 30 años y he padecido lo suficiente en cuanto a incomprensión social, desconocimiento y, por qué no decirlo, indiferencia, como para intentar llamar la atención de la sociedad respecto a este tipo de problemáticas. De momento la realidad más tangible es lo que ya he publicado en internet en mis blogs. También me propongo demostrar a la clase médica que los bipolares podemos curarnos, si lo logro el primer beneficiado seré yo.

¿Cómo ha hecho frente a las dificultades que, por su enfermedad, se ha encontrado en las diferentes etapas que ya ha realizado?

Estrategia Siniestro Total: "¡Ante todo, mucho calma!". Durante mi vuelta al mundo he recorrido, en diferentes etapas, Turquía, Patagonia, la última en Marruecos. En Patagonia por ejemplo tuve una crisis, durante dos días intenté llamar a mi psiquiatra de Asturias, temía que me pidiera que abandonara y regresara, no fue así, de hecho me dio ánimos para seguir. De lo que estoy orgulloso es de haber salido de las crisis que he tenido por ahí por mí mismo, con mucho esfuerzo. Cuando sufro una crisis me afecta con un déficit de atención, la lista de cosas olvidadas es enorme, el cerebro no presta atención a todo pues no tiene capacidad.

¿Qué nuevos retos se traza?

70.000 kilómetros en bici por el mundo con la casa a cuestas y lo que se ponga a tiro. El próximo invierno quiero atravesar Europa hasta Suecia para correr allí una carrera de esquí de fondo, la Vasaloppet. Participan unos 16.000 esquiadores que agotan el cupo de inscripciones un año antes. Tiene cerca de 100 kilómetros y conmemora un hecho histórico, algo así como el maratón, pero sobre nieve. También tengo una oferta para cruzar el Atlántico en un velero, ¡pero es sólo una oferta! No estaría mal luego seguir en bici hasta Alaska o Santiago de Chile a donde ya llegué desde Ushuaia.