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El fuerte viento de Tramontana que azotó ayer la Isla, especialmente durante la mañana, provocó diversos incidentes de carácter leve en gran parte del territorio menorquín. Tanto los Bomberos como la Policía Local recibieron numerosos avisos durante la jornada, en su mayoría relacionados con la caída de vallas o de pequeños árboles que habían invadido la calzada o con la rotura de cristales de ventanas golpeadas por persianas mal cerradas.

Por su parte, el puerto de Maó se mantuvo inoperativo durante once horas debido a las condiciones meteorológicas adversas. La rada fue cerrada al tráfico marítimo a las 7.15 horas y no se reabrió hasta las 18.30 horas. El buque Zurbarán, de la compañía Acciona Trasmediterránea, que había de partir el martes a las 23 horas desde Barcelona con destino Maó, suspendió su travesía y, por tanto, también quedó cancelado el trayecto Maó- Barcelona, previsto para ayer a las 11 horas. Por su parte, el petrolero Mar Rocío permaneció ayer resguardado en el puerto a la espera de que se restableciera el tráfico marítimo en la rada mahonesa.

Las rachas más fuertes de viento se registraron a primera hora de la mañana de ayer en el Aeropuerto de Menorca, donde alcanzaron los 93 kilómetros por hora, según señaló Agustí Jansà. No obstante, el meteorólogo menorquín recalcó que el dato más relevante de la jornada fue la temperatura máxima registrada en Maó alrededor de las 12 horas, que llegó tan sólo a los 7,1 grados centígrados cuando "lo habitual en esta época es que la temperatura alcance los 15 grados", indicó.

Jansà apuntó que el viento continuará soplando durante la mañana de hoy con menor intensidad y, de cara a la tarde, amainará notablemente. Sin embargo, el meteorólogo señaló que las temperaturas se mantendrán sin cambios y que incluso es posible que la nieve haga acto de presencia en la Isla aunque "no se dará en ningún caso la nevada que se produjo hace tres semanas" . Jansà también alertó que durante la madrugada de hoy las temperaturas serán "muy bajas".

S'algar
Dos viviendas ubicadas en la Séptima Avenida de S'Algar, en Sant Lluís, se vieron ayer afectadas por el temporal marítimo. El fuerte oleaje destrozó la puerta de acceso de un apartamento ubicado en la zona así como una puerta y una ventana de un chalé, que también sufrió daños en el tejado. No había nadie en las casas en el momento en que se produjo el incidente, señaló el alcalde, Llorenç Carretero, quien indicó que fue la inquilina del apartamento la que avisó a la Policía al regresar a su casa por la tarde. Las puertas rotas de ambas viviendas fueron tapiadas por los efectivos de la brigada de obras y se recomendó a la mujer residente en el apartamento afectado no pasar la noche en la vivienda. Por su parte, los propietarios del chalé, residentes en Madrid, serán informados hoy de la situación.

Carretero destacó también que el oleaje ha provocado la rotura del asfalto de una tramo de la Séptima Avenida, una zona que ya se ha visto afectada en otras ocasiones por el temporal.