Obras. Los pilares del nuevo edificio que ampliará la actual instalación educativa se levantan junto a los patios de las viviendas

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Pocas veces la construcción de una escoleta ha creado tanta polémica como la que se ha desatado estos días en Es Mercadal. El proyecto en cuestión, que asciende a 828.000 euros, contempla la reforma y ampliación de las actuales instalaciones de la escoleta Arc de Sant Martí, lo que permitirá aumentar su capacidad en un 80 por ciento, al pasar de 46 a 83 plazas escolares de 0 a 3 años.

El problema radica en que algunos de los vecinos que residen en el entorno donde se levanta la escoleta, junto a las calles Lepanto, Maestro Garí y Médico Camps, verán la parte trasera de sus viviendas enclaustradas y cegadas entre los muros de hormigón de la nueva instalación educativa, que aseguran tendrán de media entre tres y cuatro metros de altura. Además, los vecinos advierten de que la nueva construcción "vulnera las normas urbanísticas" y que la excusa dada, según ellos, por el Ayuntamiento de que al tratarse de una zona calificada para acoger un equipamiento público "todo vale", no es de recibo.

Los vecinos comentan que esperaban el inicio de las obras de la nueva escoleta con ilusión. Sin embargo, se han visto sorprendidos por el "macroedificio" que comienza a levantarse junto a sus casas. Aseguran que confiaban en el buen hacer del Ayuntamiento y que, por tanto, no asistieron a las reuniones informativas sobre el futuro proyecto, ni tampoco se acercaron a mirar los planos expuestos en el período de alegaciones. Además, hacen hincapié en que esta misma parcela albergaba desde hace tiempo una zona de juegos, un parque seguro en el que, acompañados por sus padres, los más pequeños podían montar en bicicleta, patinar, jugar a la pelota y merendar tranquilamente.

Ahora afirman sentirse decepcionados con el Ayuntamiento de Es Mercadal, no sólo porque se ven privados de un espacio lúdico en el centro del pueblo que reunía a familias enteras, sino también porque sus casas se ven seriamente perjudicadas por una construcción que podría haberse levantado en otro lugar más adecuado.

El proyecto de la nueva escoleta se inició en julio de 2007 después de constatarse su necesidad debido al crecimiento demográfico experimentado en este municipio. El centro tendrá un aula para bebés, dos para niños y niñas de 1-2 años, otras dos para 2-3 años y un aula mixta. La actuación incide en tres espacios: el edificio existente, con las obras para su adaptación a la normativa vigente y facilitar el trabajo de los profesionales; la planta piso, con la creación de una sala de reuniones y despachos para las educadoras; y un edificio nuevo, el de la polémica, con espacios polivalentes para psicomotricidad, reuniones y para una futura ubicación del comedor. Las tres dependencias estarán comunicadas con soportales.