Noche de fiesta. En la sede del PSOE-Menorca los resultados electorales se celebraron anoche por todo lo alto, brindando por los próximos cuatro años en los que mantendrán el poder en la mayor parte de las instituciones de la Isla. | Gemma Andreu

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Cuatro años después de tomar el control del Consell y de seis de los ocho ayuntamientos de Menorca, la izquierda revalidó ayer su triunfo en las urnas y podrá seguir gobernando en las principales administraciones de la Isla hasta 2023. Los menorquines han apostado por la continuidad de los pactos progresistas, han premiado al PSOE por encima de sus socios, y solo dos consistorios cambiarán de mayoría: Es Castell, que vuelve a manos de la izquierda, y Es Migjorn, donde el PP_se ha impuesto a la candidatura socialista por cinco votos.

Podrán repetir en el cargo Francina Armengol en el Govern, Susana Mora en el Consell y una Joana Gomila que sale reforzada en Ciutadella, mientras que en Maó Conxa Juanola deberá dejar paso al candidato socialista, Héctor Pons, en el caso más que probable de reeditar el pacto que desplace a la candidata más votada, la popular Águeda Reynés.

Entre los grandes partidos, el PSOE es el único que aumenta su respaldo electoral respecto a las elecciones de 2015 y obtiene el cuarto conseller a costa de Podemos. Eso refuerza su posición en los nuevos gobiernos que se constituyan este mandato. Si en 2015 los socialistas tuvieron que resignarse a compartir la presidencia del Consell y a renunciar a la alcaldía de Maó, ahora podrán ostentarla en exclusiva.

En el mapa municipal, Francesc Ametller impone de nuevo las siglas socialistas en Es Mercadal, aunque sin mayoría absoluta; Carol Marquès podrá ser la nueva alcaldesa de Sant Lluís tras enterrar el hacha de guerra con Volem;_y Joana Escandell tomará la vara de mando de Es Castell con el respaldo de Som.

La lista insular de Més per Menorca que encabeza Maite_Salord cumple los pronósticos más optimistas y mantiene los tres consellers, aunque pierde un diputado en el Parlament. Al mismo tiempo, los econacionalistas triunfan en Ciutadella con Joana Gomila y en Ferreries con Joana Febrer.

Podemos, por su parte, sufre en la figura de Cristina Gómez el desgaste que ha sufrido la marca a nivel nacional y se queda con un solo representante en la institución insular. Sus confluencias también pierden votos a beneficio del PSOE en Sant Lluís y Maó. Se trata, en todo caso, de un trasvase entre siglas que no alteran la mayoría de la izquierda.

El PP liderará la oposición

El bloque de centro derecha se queda con el 40 por ciento de los sufragios. El PP aprovecha su mayor implantación en la Isla para recuperar parte de los votos que en las generales se fueron a Ciudadanos y Vox. Además de Alaior con José Luis Benejam y Es Migjorn con Antònia Camps, gana por número de votos en Maó, Es Castell y Sant Lluís, aunque no podrá gobernar. A nivel insular, la lista que encabeza Misericordia Sugrañes se mantiene como la más votada, aunque con cuatro consellers obtiene el resultado más modesto desde las elecciones autonómicas de 1983.

Ciudadanos, por su parte, entra en el Consell con José Negrete como conseller, un acta que se logra a costa de los populares. El partido naranja también pasa de dos a tres concejales en Ciutadella, obtiene un edil en Sant Lluís y mantiene el de Maó. Cifras, en todo caso, que se alejan del apoyo obtenido en las generales.

Peor le han ido las cosas a Vox. Antoni Camps intentó asegurarse un puesto encabezando al mismo tiempo la lista al Consell y al Ayuntamiento de Ciutadella, pero finalmente no ha obtenido ninguno. Menorca se mantiene como territorio hostil para el partido de Santiago Abascal.