El candidato socialista asegura que Menorca será la primera isla neutra de emisiones en 2030, algo que a su juicio tendrá un efecto inmediato en la rebaja de la factura de la luz. | Gemma Andreu

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Regresa a la política autonómica, ¿pero para toda la legislatura? ¿No volverá a Madrid si Pedro Sánchez gana de nuevo las elecciones?
—Mi compromiso con el partido y con la presidenta Armengol es para toda la legislatura. Se me ha pedido liderar la candidatura, trabajar en equipo y para las cuatro Islas, y debo ser responsable con ello.

¿Con el compromiso de que, si ganan, volverá a jugar un papel relevante en el Ejecutivo?
—Es una decisión que compete a la presidenta, pero es cierto que nos presentamos no solo para ejercer como diputados sino para implicarnos también en el gobierno. Somos la única fuerza progresista que nunca ha dudado en asumir tareas de gestión. El verdadero día a día de la política es el poder ejecutivo, y es importante que haya menorquines en el Govern.

Los sondeos apuntan a una reedición de pactos progresistas en Consell y Govern. ¿Teme que eso distraiga al electorado?
—Somos prudentes y tenemos experiencia para saber que los sondeos no son determinantes. En todo caso, marcan una tendencia de confianza hacia un proyecto de progreso que se consolida y da resultados. Y que, a partir de la preservación de la naturaleza, la prosperidad y la cohesión social, ha sido capaz de superar una crisis enorme y una pandemia. Ahora nuestra aspiración es revalidar la confianza, con el aval de la gestión y el crecimiento económico.

¿Con qué medidas piensan aprovechar la bonanza que se avecina?
—Preveemos un crecimiento sostenido, al menos, durante tres años, en los que necesitamos profundizar en políticas de vivienda. ¿Cómo? Poniendo un tope al precio de los alquileres y construyendo más vivienda pública. Hasta 700 viviendas nuevas vamos a poner en el mercado en los próximos cuatro años. Y aumentaremos las ayudas al alquiler, que ahora nos permiten costear en Menorca el 40 por ciento de la renta mensual de 1.200 familias. Pero también cabe reforzar los servicios públicos, con la gratuidad de la escolarización infantil de 0 a 3 años o la apuesta por nuevos ciclos de FP. En salud pondremos en marcha el hospital de atención a la cronicidad del Verge del Toro, construiremos un nuevo centro sanitario en Alaior y ampliaremos el Canal Salat en Ciutadella.

¿Y cómo hay que aprovecharlo en sostenibilidad? Usted viene de ejercer en el Ministerio de Transición Ecológica…
—Avanzamos en la transición energética de Menorca para que sea la primera isla neutra de emisiones en 2030. Y, si lo logramos, esto tendrá un efecto inmediato en la rebaja de la factura de la luz. Pero también promoveremos un Plan Insular de Costa para la correcta ordenación del litoral.

¿Y por qué no han aprovechado la nueva Ley de la Reserva de la Biosfera para limitar también la entrada de vehículos en Menorca?
—Porque aplicarlo en Menorca resulta mucho más complejo que hacerlo en Formentera, donde no hay aeropuerto. Además, antes de aplicar esta medida debe garantizarse un buen servicio de transporte público e ir implantando la limitación de personas de forma progresiva, y siempre en consenso entre las instituciones y el sector privado.

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Ustedes piden que se dé más dinero al Consell para gestionar mejor Agricultura o Carreteras. ¿También lo necesita el transporte público?
—Disponer de un transporte público de calidad no es cuestión de dinero, sino de gestión. El Consell tiene suficiente margen para definir las nuevas concesiones y poner en marcha más líneas de bus en Menorca.

La que sí se va a transferir es la gestión del agua.
—Así es. No podemos esperar a que la transferencia se haga efectiva para empezar a trabajar seriamente en este tema, pero ya estamos negociando para que se gestione directamente desde la Isla. Hace falta digitalizar la red de distribución para reducir las fugas a un máximo del 17 por ciento y vamos a crear el Observatorio del Agua para avanzar en medidas que ahora se antojan imprescindibles.

¿Cómo está el sector sanitario tras la pandemia? En Menorca aún faltan algunas especialidades por cubrir…
—Sí, pero bastante se ha hecho en los ocho últimos años para recuperar un sistema sanitario que había sido desmantelado por los recortes del Govern Bauzà. El PP nos dejó con 1.500 profesionales sanitarios menos en las Islas y nosotros hemos creado 5.000 más. Y todo, desde la concertación con los sindicatos, lo que han sido incapaces de hacer en otras comunidades gobernadas por el PP. Enderezada la situación, y superada la pandemia, vamos a aumentar el número de especialistas. Y crearemos una unidad de alergología en Son Espases, con cinco médicos que se desplazarán una vez al mes a Menorca y Eivissa para dar servicio a todas las Islas. Intentamos evitar que sea el paciente el que se desplace.

¿Con qué otras medidas combaten los efectos de la insularidad?
—Con el nuevo Régimen Especial (REB), que trata de compensar a las Balears para que nuestras empresas sean más competitivas. Este año se darán 208 millones en deducciones a 47.000 empresas y 70.000 autónomos de las Islas que generen empleo y reinviertan sus beneficios aquí.

¿Es viable que la ruta aérea con Barcelona sea de servicio público?
—Sí. Proponemos una OSP con Barcelona en régimen abierto; es decir, desde el acuerdo con los operadores y a partir de un precio de referencia. Esta fórmula es bien vista por la ministra y garantiza que Europa no le ponga objeciones. Pero también mejoraremos la ruta de servicio público con Madrid. Después del verano ya habrá tres frecuencias diarias en las épocas de mayor demanda, por Navidad, Sant Antoni y Semana Santa.

¿Qué pasará si el 28 de mayo pierden las elecciones?
—Un eventual pacto entre el PP y Vox rompería las tendencias y los planteamientos sociales que ahora son mayoritarios en las Islas.

El perfil

La enésima reválida para el mayor gestor público de Menorca

Este junio hará 20 años ininterrumpidos que Marc Pons Pons (Es Mercadal, 1973) acumula cargos en la administración. Desde la Delegación del Gobierno en Menorca a la presidencia del Consell insular, y de Maó a Palma para ser vicepresidente del Govern. Y aún otro escalafón más hasta Madrid, para auparse como jefe de gabinete de la vicepresidenta tercera del Estado y Comisionado para el impulso de la energía sostenible en sistemas insulares. Pero ahora, tras liderar el modelo de transición ecológica bajo el manto de la ministra Teresa Ribera, Marc Pons vuelve a encabezar la candidatura del PSOE al Parlament por Menorca con el compromiso de quedarse en Palma. Ha visto cocinar más de cerca la política que las ensaimadas que su padre amasaba en el horno familiar de Es Mercadal. Y Armengol, que lo sabe, ya no quiere verle marchar del Consolat. Ingeniero técnico de formación, pero político de profesión, está llamado a desempeñar un papel esencial en el tercer, e histórico, mandato consecutivo con el que los socialistas esperan consolidar su gobierno de progreso en Balears.