Patricia Guasp, Lluís Apesteguia, Josep Melià, Francina Armengol, Jorge Campos, Antònia Jover, Margalida Prohens, Josep Castells y Sílvia Tur. | M. À. Cañellas

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Con fallos de sonido e imagen. Así empezó anoche el debate de IB3, cuya idea ya nació con turbulencias porque la Junta Electoral tuvo que intervenir para decidir el orden de participación de los nueve candidatos. Fue un debate de propuestas en el que apenas hubo confrontación entre los candidatos. Marga Prohens (PP) tuvo la primera palabra. Se presentó como la alternativa al actual Govern; venida «del centro político y la moderación». Fue un espacio muy cortejado, que defendió como suyo Ciudadanos añadiendo la muletilla «de consenso y valiente», o el PI cuyo candidato, Josep Melià, predicó «un cambio desde el centrismo».

Sólo Jorge Campos, el único que intervino en castellano, salvo dos breves frases, defendió el discurso que caracteriza a Vox: popular, recentralizador y anticatalanista. La candidata del PSIB y actual presidenta, Francina Armengol, fue la penúltima en intervenir pero buscó igualmente el impacto ofreciendo la primera de las medidas electorales, que las familias con dos hijos y monoparentales se equiparen en beneficios fiscales, descuentos y ayudas a las numerosas. Mientras que sus socios de Govern defendieron la labor del Ejecutivo en coalición; Més per Menorca y Junts per Formentera destacaron, en su primer turno, que la independencia de no casarse con nadie es su gran fuerza.

Francina Armengol, PSIB. La candidata socialista salió airosa del debate, en el que presumió de gestión y diálogo social, lanzó nuevas propuestas y atacó a sus adversarios: «Derecha y ultraderecha han votado contra la subida pensiones, la subida del salario mínimo, las ayudas a autonónomo o subir impuestos a grandes energéticas», acusó. A su favor mencionó la parte fiscal del REB o ser los únicos «creíbles» en materia de vivienda al ser «los primeros en hacer VPO».

Margalida Prohens, PP, lamentó que éste hay sido el Govern «con la mayor recaudación de la historia, aquí no se baja impuestos», y anunció que en los 100 primeros días, en caso de gobernar, «habrá una rebaja fiscal y eliminamos el impuesto de Sucesiones y Donaciones. En su último minuto, la candidata popular advirtió de que la ciudadanía tiene motivos para querer cambiar: ya sea porque «están cansados de esperar una cita con el médico, no entienden la nota de sus hijos, o porque están cansados de atascos», y se ofreció como alternativa.

Antònia Jover, Unidas Podemos, defendió un cambio de modelo productivo «sostenible» en el que todavía se debe trabajar. Presumió de haber «multiplicado por dos el sector agrícola» de las Islas y el crecimiento del 23 % del industrial. «Somos líderes en recuperación económica y en mejoras de condiciones laborales y de derechos», añadió, pidiendo a los partidos en la oposición que «no nos den lecciones de financiación».

Lluís Apesteguia, Més per Mallorca. El candidato fue rotundo en sus propuestas: hay que decrecer en turismo, bajar el precio del alquiler y adaptar los salarios a la realidad. Més propuso una rebaja del IVA específica para Balears, un incremento del impuesto turístico y terminar con los usos impropios en el rústico. Además, lanzó una pregunta clave: «¿El PP o el PI formaría o permitiría un Govern con Vox?» Una cuestión que quedó sin resolver.

Josep Melià, PI. Con el PI, «la defensa y promoción de la lengua propia está garantizada. No tiraremos piedras contra lo que más queremos», es lo único que se aclaró respecto a los posibles pactos. El candidato regionalista defendió el catalán con tanto ahínco como el turismo («hay que hacer promoción y reconvertir zonas»); o un nuevo modelo de financiación. En su propuesta también está eliminar el impuesto de sucesión.

Patricia Guasp, Cs. La candidata ‘naranja' apostó por las medidas económicas y defendió las deducciones de IRPF a las familias, un cheque de 15.000 euros a emprendedores o destinar el 3 % del PIB a innovación. Criticó del Govern que «hace 20 años que oigo hablar de la diversificación» y del PP que votara «a favor del sablazo fiscal contra los autónomos», o la subida de impuestos de Rajoy.

Jorge Campos, Vox. Consciente de quién es su votante, Campos lanzó un mensaje sencillo y reiterado durante todo el debate: «Los ciudadanos no pueden pagar la luz o la gasolina, no llegan a final de mes, pero aquí escuchan que tienen las mejoras recetas». Vox habló de «emergencia económica y social» y defendió desde «TeleArmengol», la reducción de gastos superfluos y el crecimiento en vertical.

Josep Castells, Més per Menorca, advirtió que en el 28-M habrá que elegir entre «el monocultivo turístico y el libre mercado o el modelo de futuro, hacia donde va el mundo». Defendió el decrecimiento turístico en la mayoría de sus intervenciones, además de la ley Menorca Reserva de Biosfera, aprobada con su impulso esta legislatura.Sílvia Tur, Gent per Formentera, representa la isla más pequeña pero uno de los escaños más importantes. Anunció que llevará al Parlament una ley de sostenibilidad marítima y litoral de Formentera, y mayores oportunidades para los jóvenes.