Los cabezas de lista al Parlament balear este martes, durante un momento del debate celebrado en el Ateneu de Maó | Gemma Andreu

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La vivienda, o mejor dicho, las dificultades para acceder a ella en Menorca, fue uno de los principales ejes del debate la noche de este martes en el Ateneu entre seis de los siete cabezas de lista al Parlament balear (todos excepto el número uno del PLiE), y mientras que la izquierda, con matices, apoya limitar el precio de los alquileres, el centro-derecha no considera que esa medida vaya a resolver el problema.

En una sala abarrotada, principalmente seguidores de las diferentes opciones políticas representadas en el debate, no faltaron preguntas incómodas de ‘versos sueltos' entre el público, como la dirigida al candidato del PSOE Marc Pons, sobre las obras en el puerto de Fornells, que no gustan a parte del pueblo, o a Cristina Gómez, de Unidas Podemos, acusando a su partido de apoyar la okupación y socavar la propiedad privada. Desde que el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tomó la vivienda como bandera, sus promesas, afirmó Cristina Gómez, se desvanecieron «en 24 horas», dijo, al tiempo que reivindicó que la Sareb o ‘banco malo' ponga sus propiedades a disposición de las administraciones; algunas de ellas se venden a precios millonarios incluso para el Consell, el PSOE «promete pero no hace», dijo.

Gómez defendió el tope a los alquileres y también la limitación de la compra de vivienda por no residentes en Balears. El tope a los alquileres también lo llevan en sus programas PSOE y Més per Menorca, según expusieron sus candidatos a la Cámara autonómica, Marc Pons y Josep Castells respectivamente. Este último autoproclamó a Més como el primer grupo político en plantear la limitación de la compra de vivienda por no residentes, algo que Gómez le reprochó «se ha apropiado de una iniciativa de Podemos», le espetó. Mientras la izquierda competía por este tipo de medidas, el número del PP al Parlament, Jordi López Ravanals, se mostró partidario de otro tipo de políticas. Criticó que los socialistas, en el poder, no han resuelto el problema «y siguen con el mantra de hacer más pisos protegidos».

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Para el político popular, la Administración por sí sola no es capaz de resolver el problema del acceso a la vivienda, «nosotros apostamos por la colaboración público-privada para crear vivienda de alquiler tasado» y también apostó por ofrecer más garantías jurídicas tanto a propietarios de pisos como a inquilinos. López criticó que la Ley de Vivienda «protege más al okupa que al propietario».

También Manel Bonmatí, de Ciudadanos, manifestó la postura contraria de su partido a poner límite a los alquileres, «no es la solución», señalando su apuesta por la rehabilitación y reconversión en pisos de casas ya existentes en el centro de las poblaciones menorquinas. Cs defiende, afirmó, «otras opciones más allá de prohibir» y, por otro lado, Bonmatí recordó que la limitación de la compra de fincas a ciudadanos no residentes es algo que la Unión Europea no permitirá. Gómez discrepó de este extremo, defiende que hay excepciones que sí permitiría Bruselas.

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Por su parte el candidato de Vox, Francisco Cardona, criticó que después de ocho años «sin hacer nada» ahora los partidos de izquierda que han gobernado planteen medidas en vivienda, «como un mal estudiante que suspende todo» y promete sacar sobresaliente en septiembre.

Marc Pons, el candidato del PSOE, al que según los otros partidos de izquierda «le tienen que arrastrar» para que haga políticas progresistas, tuvo que defender lo realizado por el Govern. «Hicimos la primera ley de vivienda», también partió de las islas la definición de gran tenedor, dijo, y recordó que en Menorca «había 217 viviendas sociales y ahora hay 435». Pons mantuvo un breve rifirrafe con Lluís Camps, entre el público, candidato del PP a recuperar la alcaldía de Es Castell después de su etapa como diputado en el Parlament, ambos se acusaron mutuamente. Camps dijo que la expropiación forzosa a grandes propietarios había sido «un fracaso», solo 16 pisos, mientras que Pons criticó que en su etapa de alcalde no pusiera suelo a disposición del Ibavi, «sabe que negociamos los cuartelen y que Es Castell no tenía solares, no es justo», a lo que Pons respondió que ahora se edificará en el Clot de Santa Anna.