El núcleo de Sant Joan dels Horts se organizó siempre alrededor de una iglesia. La primera estuvo en la estancia de s’Albufera. La segunda construida en 1806 cuando la primera se quedó pequeña, se ubicó en la propiedad de Carbonell. | Gemma Andreu

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En Menorca, muchos de sus pueblos crecieron a partir del siglo XIII, otros nacieron más tarde, unos han llegado a la actualidad y otros se perdieron por el camino. Este último es el caso de Sant Joan dels Horts, un pequeño núcleo urbano nacido en el siglo XVII y ya abandonado en 1900.

Este pueblo, del cual ahora solo queda su parroquia y la rectoría, fue el protagonista de la ‘Tertúlia a la fresca’ de Es Mercadal del pasado 26 de agosto. Joan Lluís Torres Faner, arquitecto técnico, fue quien descubrió su historia en la parroquia neoclásica del antiguo núcleo urbano, cedida por sus actuales propietarios.

Joan Lluís Torres Faner, arquitecto técnico, fue quien descubrió su historia en la parroquia neoclásica del antiguo núcleo urbano. | Gemma Andreu

Un pueblo desaparecido

A la cita, aplazada por la DANA, acudieron un centenar de personas, interesadas por la historia del pueblo, sus habitantes y la construcción de la iglesia.

«Se tiene que ubicar Sant Joan dels Horts en 1600 entre dos grandes propiedades, s’Albufera y Carbonell», explica Torres poniendo énfasis de que de allí salieron hortales más pequeños. «En sus años de máximo esplendor llegaron a vivir hasta 270 personas organizadas en 30 casas» afirmaba el poniente que, con ayuda del público aclaró que se organizaban alrededor de una iglesia: «En todo momento, el centro neurálgico de su núcleo urbano fue una iglesia, concebida en centro de encuentro, concretamente en dos».

La primera ubicada en la estancia de s’Albufera se quedó pequeña y Sant Joan dels Horts, igual que Fornells, solicitó al obispado una nueva parroquia. A principios del siglo XIX ya estaba en funcionamiento, pero este fue el inicio de su decadencia.

A la tertulia asistieron un centenar de personas, muy interesadas en la historia de este antiguo pueblo.  | Gemma Andreu

Vivian de manera muy sencilla, en pequeñas casitas donde normalmente habitaban tres generaciones. «Su principal actividad era vender la fruta que ellos cultivaban en el puerto de Fornells», explicaba un Torres que a la vez señalaba dicha actividad como una de las posibles perdidas de población: «El puerto de Fornells perdió importancia respecto al de Maó. La migración a Argelia también fue uno de los motivos del abandono». Así es como, en el 1900 ya nadie habitaba el pueblo, pero «en cambio, Fornells, un núcleo que tenía su misma población, ha llegado hasta nuestros días», reflexionaba Torres.

Hoy aún se puede apreciar la belleza neoclásica de su última parroquia, la ubicada en el terreno de Carbonell. Con la Guerra Civil, el obispado la dejó de lado y en 1974 se precipitó su vuelta, el techo. Asimismo, su rectoría sirvió como escuela rural en la década de los 50. Años después, ambos edificios fueron retornados a la estancia de Carbonell y estos, en el 2007, la vendieron a unos particulares. Pagaron la restauración con su capital, rehabilitaron el edificio central y su rectoría: «Durante 6 años realizaron diversas operaciones, pero decidieron no recuperar la vuelta del techo». Ahora, el interés es tal por la historia de Sant Joan dels Horts, que se quiere publicar la investigación inédita de Torres, premiada por el IME el 1994.