Vicent García y Tomé Olives estarán en el concierto de clausura.  | Archivo

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Recuerdan desde la Capella Davídica que hace diez años que el entonces presidente de la entidad de la coral titular de la Catedral, Antoni Salvador, tuvo la «acertada propuesta» de organizar la celebración del Festival d’Orgue del Socors. Un proyecto que se ha ido consolidando con el paso del tiempo y cuyo éxito obedece principalmente a dos factores, defienden. Estos son el hecho de que septiembre es cada vez un mes más turístico y lo que supone tener una joya como la que atesora la iglesia de Ciutadella, «un instrumento barroco con presencia y un sonido maravilloso».

Apunta al respecto la actual presidenta, Anna Pons Capella, algunas consideraciones más a tener en cuenta cuando se habla de la consolidación del proyecto. Una de ellas es que la apretada agenda cultural estival se toma un respiro en septiembre, «y nosotros tenemos la ventaja de que no tenemos un precio muy elevado y cada año aumenta el número de público extranjero».

Sostienen desde la Capella Davídica que el festival no solo se ha consolidado, sino también crecido. Y lo ha hecho con una filosofía que es marca de la casa, y que pasa por intentar siempre dar visibilidad a los artistas locales. Al respecto cabe destacar que todos los intérpretes de la décima edición, a excepción de dos, son menorquines o residentes en la Isla. «Dar oportunidades a nuestro tejido cultural es un deber y un gusto», defienden desde la organización.

Puesta a punto

El festival se puede entender como una manera de sacar provecho a un instrumento de gran valor pero que suena en muy pocas ocasiones al año. Ya desde el principio se defendió que la muestra pretendía dar vida a un bien de gran valor cultural y una gran historia detrás. Para ello, cada año antes de la inauguración se somete a un proceso de puesta a punto a cargo de la familia Blancafort, que en su día se encargó de la restauración.

«El evento comenzó como algo añadido a la Capella Davídica, pero con el paso del tiempo se ha convertido en algo esencial», dice Anna Pons, quien avanza que el festival tiene un formato muy definido, pero este año, con motivo del 80 aniversario de la fundación de la Capella Davídica, se hará un concierto más de lo habitual.

La cita especial será el 23 de septiembre, un recital participativo (en este caso gratuito pero con taquilla inversa) y cuya recaudación se entregará a Càritas.Ese día se contará con la colaboración de un buen número de los músicos que han sido partícipes de las diez ediciones (organistas y acompañantes). Como colofón, las voces de la Capella interpretará dos canciones.

Cabe recordar que todos los conciertos se celebrarán a las 20 horas y que las entradas se pueden adquirir anticipadas en el Museu Diocesà y también una hora antes en taquilla.