La presentación de la exposición ha contado este viernes con representantes de la familia Chillida. | Gemma Andreu

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La galería Hauser & Wirth de Maó inaugura este sábado una exposición de más de 60 esculturas y obras en papel que vinculan a Eduardo Chillida con Menorca, donde el artista vasco pasó los veranos desde 1989 hasta su muerte en 2002.

Responsables de la galería han explicado este viernes acompañados de familiares del escultor el contenido de una muestra que «celebra la profunda conexión del artista con la isla» con motivo del centenario de su nacimiento.

En 'Quatre Vents', la casa familiar que estableció con su mujer Pilar Belzunce en Alcaufar, en la costa de Sant Lluís, Chillida creó un estudio al aire libre en el que podía trabajar en sus esculturas rodeado de campos con muros de piedra seca.

La luz de Menorca como inspiración

En Menorca, Chillida se inspiró en la luz blanca del Mediterráneo como contraste con la menor claridad propia de su País Vasco natal, y se inspiró también en las monumentales canteras de piedra 'marés' y los monumentos talayóticos que el año pasado fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

'Chillida en Menorca' muestra una selección de sus 'Gravitaciones' en gran formato y una serie de las esculturas de acero y relieves de madera que visibilizan el espacio a través del entorno que lo rodea.

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En Menorca, Chillida moldeó también muchas de sus 'lurra', esculturas en tierra 'chamota' arcillosa, un material que no se resquebraja y que atrapó al artista, que lo exploró de forma intensa.

La exposición también enfatiza la pasión del artista por los fenómenos naturales y las cualidades de materiales como el granito para remarcar el carácter impenetrable de la piedra.

El mar Mediterráneo también formó parte del proceso de inspiración de la triple escultura del Peine del Viento, convertida hoy día en uno de los emblemas de San Sebastián y cuyo proyecto germinó en la isla balear.

La intervención de Luis Laplace

La ordenación de la muestra ha corrido a cargo del arquitecto Luis Laplace, que ya dirigió la restauración de Hauser & Wirth en la Illa del Rei del puerto de Maó, y reacondicionó Chillida Leku, el museo creado en vida por el artista.

La exposición se acompaña de un 'education lab', un espacio interactivo que toma como punto de partida el tiempo que Chillida pasó en Menorca y su interacción con el paisaje y con el mar.

En este sentido, el espacio incluye los tributos al mar que han creado usuarios de los geriátricos de la isla en colaboración con la entidad medioambiental Menorca Preservation.