Un proyecto liderado por Adriana Herrador y Víctor Villazán. Dos jóvenes que coincidieron en la Escuela de Arte Dramático de Castilla y León, donde no hace mucho que se graduaron y descubrieron que compartían una visión artística. Ambos tienen un interés común, y sin cerrarse a ningún tipo de público, les seduce la idea de hacer teatro que despierte la curiosidad de la gente joven. Buena prueba de ello es la obra a la que están acabando de dar forma en Ciutadella desde principios de este mes, un texto «que toma como punto de partida la soledad para investigar en ella», apuntan sus responsables.
La dificultad de los jóvenes de reconocer y expresar el sentimiento de soledad, algo que se suele atribuir a la última etapa de la vida, es precisamente lo que cautivó al jurado para elegir la obra de Tripabajo. «Es mi fiesta y lloraré si quiero», que ‘roba' el título de la letra de la popular canción que popularizó Lesly Gore («It's my Party»), pone sobre la mesa la paradoja que supone el crecimiento del sentido de soledad en una sociedad hiperconectada, con el problema del suicidio flotando sobre el ambiente.
Una historia en la que el protagonismo recae sobre dos primos que comparten casa. «Uno de ellos tiene el problema de que no entiende por qué tiene que seguir vivo; el otro busca la forma de ayudarle», explican los actores.
Pinceladas de esa historia, con una escenografía que ha sido diseñada durante la residencia, se podrán conocer en vivo a través de la representación de un ensayo abierto cuya versión definitiva se estrenará en diciembre.
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Sillas de plástico?