Y no estamos hablando de una colección cualquiera, ya que supera las 180 piezas. Un volumen que en muchos casos serviría para hacer un repaso a toda una carrera, pero en el caso de Florit Nin la muestra abarca el trabajo realizado en los últimos cuatro años, aproximadamente. «Soy demasiado joven para una retrospectiva», asevera con una sonrisa el pintor, jubilado hace un año, aunque no en el plano artístico.
El creador vuelve a referirse al concepto de gran formación musical cuando habla del proyecto que tiene entre manos, en el que el concepto de conjunto juega un papel clave en el discurso. «Las obras que expongo son todas variaciones de un mismo motivo, forman conjuntos, y estos son como instrumentos de una orquesta», insiste. «Cada uno suena de una manera, pero que formen parte de una exposición supone un plus para cada obra en concreto, le añade un valor», asegura.
Piezas de las que se sirve para lanzar un mensaje, que a modo del espejo al que hace alusión en el título, toma forma «como un reflejo de la condición humana. Esa idea de reflejar deriva en la reflexión; la exposición es una reflexión sobre el sentido de comunidad» argumenta. El comisario de la muestra, Carles Jiménez, ahonda en esa línea.A su juicio, «Dins el mirall» «desprende sabiduría», tanto en lo que se refiere al «dominio de la técnica» como al concepto con el que juega en torno a la relación que establece «entre el hombre y la naturaleza. Al fin y al cabo es un canto a la condición humana», concluye.
La jubilación no se ha traducido en un aumento de la producción, pero el artista sí ha notado que ahora trabaja «con más tranquilidad.Tengo tiempo para experimentar más, y también para equivocarme más y descartar algunas cosas».En su caso, cuando se mira al espejo, ve un hombre «normal y corriente, que tiene una pasión por la pintura, la literatura y la poesía». ¿Considera que sus cuadros tienen algo de poético? «Eso dicen, y yo opino lo mismo.De hecho, en muchas de mis obras he incorporado la escritura», responde.
Cabe señalar que entre la extensa oferta artística de la muestra que abrirá sus puertas el sábado a mediodía y que se podrá visitar hasta el 14 de mayo, se encuentran, además de cuadros de los tamaños más variados, libros de artista, esculturas e instalaciones. Un conjunto en el que con sus características cabezas como seña de identidad bien conocida, predominan los colores tierra, grises y ocre, pero en una de las secciones salta por sorpresa al intenso azul. Una propuesta que se complementa con una pieza audiovisual de seis minutos de duración filmada por su hijo, el realizador Macià Florit, y que sirve como encabezamiento de la exposición.
4 comentarios
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@josep No me pot avorrir segons quin tipus d’art? No es pot ser crític amb l’art i artistes? Mira si aporta el meu comentari que en ves de definir el teu apreci per aquesta exposició t’has encarat amb la meva opinió…Salut i art per tothom.
JoanEl que no aporta res és el teu comentari destructiu.
Un artista amb caracter y personalitat. Els cuadres seus mai me cansen. Son reconeixibles amb una mirada. Expresions artistiques netes que fan viatjar a mons sencills y conceptuals . Tingues prou durus me comprería un. ;)
Art repetitiu que no aporta gran cosa… ja es por jubilar que no passarà res