La nave, que cuenta con 1.806 metros cuadrados, es de titularidad pública desde 2018 | Ajuntament de Maó

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El Ayuntamiento ha hecho públicos los datos del proceso participativo para definir el futuro de la antigua nave Seat de Maó, y la voluntad de la ciudadanía parece clara. La encuesta desvela que la mayoría de las personas se decanta por que sea un espacio de uso cultural y artístico. También proponen como posibilidades una sede destinada de satisfacer las demandas de las entidades asociativas o formativas. En definitiva, un lugar abierto a la ciudadanía con una diversidad de usos que sean compatibles entre ellos, recuerdan desde el Consistorio.

Algo más de 300 personas han tomado parte en el proceso. A cada una de ellas se le pidió que señalara los tres usos que consideraba prioritarios. El cultural se alzó con el 76,5 por ciento de los votos, seguido del artístico (65,8) y el asociativo (44,5).En un segundo bloque, también contaron con el favor de los votantes el uso formativo (37 por ciento), recreativo (28,5) y como sede de oficinas y administración (8,8). Por último se situaron las propuestas de instalaciones deportivas (8,5), aparcamiento (6,9) y restauración (6).

En lo que se refiere a priorizar los usos del espacio interior, la opción que consigue una mayor aceptación popular es la de habilitar una sala polivalente (57,1 por ciento). También una gran mayoría se decanta por la opción de que las dependencias se destinen a un espacio de artes escénicas y danza (46,4). La tercera propuesta más votada es la de una zona    para el desarrollo de las artes plásticas (35). En otro orden de preferencias se sitúan las aulas de formación (32,5) y salas de reunión para entidades (32,2) así como los espacios de coworking (24) y almacenamiento (4,4).

El Consistorio ha impulsado esta iniciativa popular con el objetivo de promover la implicación de los ciudadanos en el diseño de este nuevo espacio. La idea principal es generar un debate que permita recoger propuestas    que puedan ser trasladadas al proyecto final. Cabe recordar que el Ayuntamiento adquirió la antigua nave de la Seat en 2018. Se trata de un edificio histórico en el centro de la ciudad, al lado del Claustre del Carme, que fue comprado con la intención de darle un nuevo uso a través de un proceso de rehabilitación. Desde el equipo de gobierno ven su «ubicación estratégica» como una «oportunidad» para conectar el puerto con el casco antiguo y el barrio de Tanques del Carme.