El fotógrafo Lluís Real expone en Ca n’Ángel de Es Mercadal «Any amount of dreams» | Gemma Andreu

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A sus 73 años, Lluís Real no duda en afirmar algo por obvio que parezca: «Me gusta la fotografía, es y forma parte de mi vida; casi te diría que no puedo vivir sin ella». Es por ello que, pese a su jubilación, el artista no se despega de su cámara. Y el resultado son proyectos como el que este miércoles inaugura (17 horas) en forma de exposición, en el marco del Menorca Doc Fest: «Any amount of dreams», una colección que se podrá visitar en la sala Ca n'Ángel de Es Mercadal hasta el 7 de noviembre y posteriormente en la Sala Sant Antoni de Maó (del 15 de noviembre al 9 de diciembre).

La muestra toma prestado parcialmente el título del que es el escenario de las fotografías que exhibe, la librería londinense de títulos de segunda mano «Any amount of books». Cambia los libros por los sueños y de paso da forma a una variada galería de personajes que habitan ese espacio con imágenes ‘robadas' (sin previo consentimiento) pero cargadas de gran espontaneidad. Real, que estudió en la capital de Inglaterra hace décadas y que acostumbra a pasar todavía temporadas en ella, tomó estas instantáneas en los inviernos de 2018, 2019 y 2020.

Quienes le siguen saben de la pasión de Real por los libros de fotografía, y aunque inicialmente no estaba previsto, «Any amount of dreams» también quedará inmortalizado a través de una cuidada, artesanal y limitada edición en la que está trabajando la encuadernadora Judit Tur. «Las exposiciones son bonitas, pero me gusta más  la parte editorial de la fotografía. El libro queda, se puede ver muchas veces, pero la exposición es efímera», defiende.

La espontaneidad y la incertidumbre que genera cuando disparas desconocer si tienes la foto que buscas son dos elementos que mantienen viva la chispa en el trabajo del artista menorquín. Al final de lo que se trata es de realizar «un ensayo fotográfico de una visión que tienes», resume. Real es un profesional que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y el avance de la tecnología, aunque se considera a sí mismo como un híbrido: «Trabajo con digital pero con mentalidad de analógico».

Una técnica que sigue aplicando a los proyectos que tiene en marcha, iniciativas mucho más personales que las de hace años y buena parte de ellas centradas en «documentar cosas de mi ciudad, Maó», como en los últimos años ha hecho con el libro «Passió», dedicado a la Semana Santa, o el trabajo centrado en retratar la esencia del Bar Infanta.