Tras las primeras sesiones de trabajo en Palma, la actividad se ha trasladado esta semana a Ciutadella. | J.M.

TW
0

La unión hace la fuerza, también en la cultura. Y como prueba de ello tenemos el inminente estreno de «La serva padrona», una coproducción operística que es fruto de la colaboración del Teatre Principal de Palma y Teatre des Born. Escenario este último donde llevan unos intensos días de ensayos y preparativos.

Bien es sabido que el emblemático teatro de Ciutadella no tiene un escenario pensado especialmente para este tipo de espectáculos, pero ello no supone un gran problema, tal y como explica Ana Cuéllar, responsable de la dirección escénica. «Este teatro no tiene nada que envidiar a otros de ópera, tanto a nivel técnico como de recursos humanos. Es incluso mejor, porque la calidez de los trabajadores ha sido maravillosa y está siendo un auténtico placer trabajar aquí. Y el foso de la orquesta, que estrenamos en esta producción, tiene una acústica inmejorable que ya querrían tener otros teatros de ópera», asegura.

Estamos hablando de una ópera bufa, de corte más cómico y ligero, pero que sin embargo no está exenta de mensaje, con cierto tono de reivindicación feminista. ¿Sigue siendo actual la obra de Pergolesi tres siglos después? Cuéllar lo tiene claro: «De rabiosa actualidad. Las situaciones de desigualdad que se viven en la obra siguen siendo desgraciadamente claramente reconocibles en los hogares de nuestras islas, y las protestas de la protagonista por su derecho a la igualdad están a la orden del día en la España de principios del siglo XXI».

Si Cuéllar se encarga de la parte escénica, la musical es tarea de Andrés Salado, quien está considerado como uno de los directores de orquesta españoles más destacados de su generación. Tras finalizar uno de los ensayos de ayer, ponía también el acento «en el mensaje actual de la historia». Pero cuando habla de las virtudes de la pieza, no pasa por alto el hecho de que ocupa un lugar de honor «el pódium de las primeras óperas bufas insignes».

Recuerda el director, que estos días se ha puesto al frente la Orquestra de Cambra Illa de Menorca, que se trata de una obra que en «su momento fue muy controvertida y generó un gran revuelo, ya que en aquella época se estaba acostumbrado a representaciones más clásicas y mensajes de menos calado». Con el paso del tiempo, defiende Salado, «La serva padrona» se ha convertido en «una obra que sigue muy viva, es muy divertida, espídica y vertiginosa».

El resultado se podrá comprobar este viernes, a partir de las 21 horas, con Simón Orfila, Irene Mas, y Joan Servera en los papeles protagonistas.