Pereira, Pons y Kühne, junto a sus esposas y un acompañante, en el escenario del ‘Principal’ | T.P.

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El empresario alemán Klaus-Michael Kühne, que cuenta con distintos negocios en el Archipiélago, ha puesto su mirada en Menorca como escenario para alguno de los proyectos culturales que impulsa. Después de que el filántropo germano sellara a finales del pasado mes de julio en Consolat de Mar su participación en la construcción de la nueva sede la Orquestra Simfònica de Balears (OSIB), la Caja de Música, con la aportación de 2 millones de euros, a principios de este mes visitó Menorca, concretamente el Teatre Principal de Maó.

Un encuentro para el que contó como anfitrión con el barítono menorquín Joan Pons, quien mostró a Kühne las dependencias del teatro de ópera más antiguo de España, en una visita en que el alemán estuvo acompañado por uno de sus grandes colaboradores en el campo de la cultura, Alexander Pereira, director del Teatro alla Scala de Milán y viejo conocido de la voz menorquina gracias a su colaboración en distintos proyectos artísticos.

Según la información que ha trascendido, en principio la participación de Kühne en la vida cultural menorquina vendría relacionada con un proyecto que tiene en mente para el conjunto del Archipiélago, ligado inicialmente a la OSIB, pero que podría ir más allá de ese ámbito. En ese sentido, Pons reconocía ayer que aún no hay nada concretado pero que «finalmente se traducirá en algo, seguro», y que él mismo estará involucrado de alguna forma directa con los proyectos. Durante la visita al ‘Principal', el barítono también habló al empresario sobre la larga tradición de las temporadas de ópera en la Isla.

Amante de la música

El empresario alemán se confiesa un amante de la música, al igual que su esposa, con quien también visitó el escenario del Teatre Principal. Hace unos días explicaba que cuando supo que el proyecto de la Caja de Música corría peligro de no llevarse a cabo por la crisis del coronavirus quiso participar «por nuestro vínculo con Mallorca y nuestro amor a la cultura».

Cabe recordar que la nueva sede de la OSIB es una actuación que cuenta con un presupuesto de 10 millones de euros, de los cuales el 60 por ciento procede de los fondos del impuesto del turismo sostenible. A los dos millones recientemente aportados por Kühne hay que sumar otros tantos que llegarán de la mano de Fundatur.