La obra de De La Tour, prestada por El Prado, fue uno de los grandes atractivos. | David Arquimbau Sintes - Efe

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El Museu de Menorca anunciaba ayer a través de sus redes sociales el número de visitantes que sus instalaciones acogieron el pasado año: 31.870. «Una cifra histórica», añadían entre signos de admiración como muestra de una alegría que vía telefónica compartía también la directora del espacio museístico, Carolina Desel. Así, en su nueva etapa, que arrancó en verano de 2018 con la reapertura del espacio una vez acometidas las obras estructurales y la remodelación del proyecto museográfico, la propuesta cultural que alberga el antiguo convento de Sant Francesc en Maó cerró 2019 con la cifra récord de visitantes de toda su historia.

Se trata de la culminación de una tendencia al alza iniciada ya en 2011, cuando pasaron por las salas del museo 12.881 personas y que se estancó ligeramente en 2015, año a partir del cual y hasta finalizar en 2018 su remodelación «se funcionó a medio gas», recuerda Desel, que tomó posesión del cargo en diciembre de 2014, un periodo que se cerró con 20.209 visitantes.

Una cifra la de ese año que se logró superar ligeramente en 2015, abriendo solo diez meses, y que dio paso al año siguiente al primer gran salto del proyecto puesto en marcha por Desel: 25.870 visitantes, el segundo mejor registro en el histórico del Museu hasta 2019.

«Considero que el resultado es la consolidación de un trabajo que venimos realizando durante los últimos años; estamos recogiendo los frutos, es un proyecto a largo plazo y creo que vamos por el buen camino», reconocía ayer la directora del Museu, quien sostiene que «la apuesta está funcionando», camino que según explica ha pasado, en parte, en los últimos tiempos por «potenciar» las actividad infantiles y familiares como una forma de crear cantera de cara al futuro. El Museu se ha abierto también en los últimos tiempos a fructíferas relaciones, como la establecida con Joventuts Musicals de Maó para convertir su claustro en escenario de los conciertos de su festival de música estival.

El reto
Un camino en el que se plantean seguir afrontando retos, como el de incrementar el volumen de público en verano, «tenemos que trabajar más el turismo», reconoce Desel para aprovechar la oportunidad que supone la temporada alta. Julio (3.851) y agosto (3951) no fueron en 2019 malos, pero se quedaron por detrás de los meses estrella del año: septiembre (4.364) y mayo (4.180). Según los datos recogidos desde 2011, enero y diciembre son los meses en los que el Museu recibe el menor número de visitantes.

Con la exposición permanente como principal atractivo, la oferta del Museu se suele reforzar cada temporada con una exposición potente al año. La diferencia del periodo que acabamos de cerrar es que ha habido dos propuestas fuerte y con gancho, como las muestras de arqueología urbana y el proyecto Petra vinculado a la Menorca talayótica.

Sin embargo, todo apunta a que el plus llegó de la mano de la elección de Menorca por parte del Museo del Prado como una de sus sedes para celebrar su 200 aniversario dentro del programa «De gira por España», que durante poco menos de un mes logró atraer en verano a cerca de 4.000 visitantes. La exhibición temporal en formato de préstamo de «Ciego tocando la Zanfonía», firmada por uno de los pintores más famosos del barroco francés, Georges de La Tour, sumó público, pero más allá de las cifras «nos dio prestigio. Fue un placer trabajar con el proyecto de El Prado», reconoce la directora.

Echando la vista atrás, y comparando las cifras de 2011 con las del pasado año, el balance arroja que el crecimiento en visitantes durante ese periodo fue del 59,5 por ciento.