Quien tuvo, retuvo. Tanto los integrantes de La Frontera como de La Guardia demostraron mantener esa energía rockera que les hizo comenzar a triunfar a mediados de los 80 | Javier Coll

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Noche intensa, y nostálgica, la que se vivió el pasado viernes en Es Castell. La visita de los grupos La Guardia y La Frontera había despertado expectación en la Isla, y su actuación como pistoletazo de salida del programa de fiestas de Sant Jaume no defraudó en absoluto. Cerca de 1.500 personas, en su gran mayoría por encima de los 40, disfrutaron de un festival cuya duración rondó las tres horas y media.

Pasaban 15 minutos de las 22 horas cuando sonaron los primeros acordes de la noche, los de las trepidantes guitarras de La Frontera, que abordaron para estrenar la velada un tema tan potente como «Viento salvaje».

Tras cerca de dos horas de concierto, y sin hacer amago de bises, la banda se despidió de Menorca para dar paso al segundo plato de la noche, el desembarco de La Guardia. Un concierto que arrancó de una forma un tanto diferente, con su líder, Manuel España, solo sobre el escenario interpretando «Como un fantasma».

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