Un evento de cooperación cultural internacional que busca establecer un diálogo entre las orillas del mar Mediterráneo con las del Río de la Plata, en Argentina, «con el fin de vincular identidades culturales tan distantes y extrañas como cercanas y conocidas», dicen sus promotores. Ese es, en esencia, el espíritu del Festival Trasatlántico, una muestra itinerante de teatro que el próximo 14 de febrero desembarcará en al sala Albert Camus de Sant Lluís como uno de los eventos estrella del primer trimestre de 2018 en ese espacio cultural.
Se trata de la segunda edición de este proyecto, que se estrenó el pasado verano en Argentina con la representación de piezas de arte dramático escritas en España y conexión mediterránea. Ahora toca devolver la moneda con la puesta en escena de dos obras argentinas, como son «Tom Pain» y «De tiburones y otras rémoras». Así, Menorca entra en el mapa del Festival Trasatlántico, y lo hará compartiendo protagonismo con otras sedes bañadas por el Mare Nostrum, como Barcelona, Palma de Mallorca y Valencia.
El objetivo de la cita, apuntan desde la organización, cuyas riendas lleva la firma Arts Runner, es «provocar una transformación personal y social a través de los lenguajes de las artes escénicas como disparadores de un despertar estético y cultural». Una apuesta que va más allá de los festivales tradicionales y no se queda en las funciones de teatro. Y es que tal y como destacan sus impulsores, se trata de una iniciativa de cuya programación también forman parte las master class, los debates, y la creación de espacios profesionales para el intercambio.
Las obras
«De tiburones y otras rémoras» es una comedia ácida sobre el mundo financiero a cargo de la compañía argentina El vacío fértil. «La tremenda debacle generada por las preferentes fue análoga al corralito en nuestro país. Nos sentimos hermanados en una realidad adversa, entendiendo que este tipo de maniobras financieras pueden cambiar de nombre o de país, pero nos afectan a todos por igual», narran desde la compañía.
Por otra parte, «Tom Pain» cuenta «la historia de un hombre absolutamente normal, pero con una honestidad de la que muchos carecen», avanzan desde el equipo de producción de esta pieza dramática. Un montaje en el que el protagonista se dirige al público para contar tres momentos de su vida.
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