Francisco Javier Suárez se une al selecto club del Premi Born

Subido al escenario del Teatro de Ciutadella, el autor declaró que «es una gozada ganar este premio, es un privilegio, me siento un poco Titán por todos los que forman parte de este palmarés». El gallego reconoció estar halagado por las palabras reflejadas por el jurado en el acta del galardón. Sus miembros, por unanimidad, justificaron la recompensa como respuesta a una «obra sabia, con una escritura inteligente y cuidadosa, que hace una exhibición de cultura».Pusieron el acento también en la habilidad del autor para «desde una escritura aparentemente esnob y pedante, evitar la pedantería y destruirla criticándola».

Según se explicó durante la gala, tuvo mucho que ver en la elección de la obra ganadora el hecho de que su texto «permite muchas posibilidades de montaje y la inclusión de las nuevas tecnologías». Una historia que pretende ser una reflexión crítica sobre el arte contemporáneo, un hilo argumental que arranca con el reencuentro de tres amigos después de mucho tiempo pero que se reconocen inmediatamente. Personajes que se relacionan con «diálogos muy rápidos y muy ágiles, también muy triviales, pero que en el fondo encierran menos trivialidad de lo que uno podía pensar», sostiene el autor.