Crowfunding, el salvavidas de la creación

La iniciativa privada de un padre y sus dos hijos: Joan, Adrià y Jonàs Sala creció como la espuma con el objetivo de hacer realidad los sueños de los creadores independientes que buscan fondos para materializar sus ideas. En el caso de Bosch, consiguió la aportación de alrededor de 2.000 euros para rodar los siete primeros capítulos de la microserie documental "Playlist. Mi lista de favoritos", con su musa Chi a la cabeza de otra producción más de Un lloc, un món.

La fórmula es sencilla: la contribución por parte de una comunidad de internautas a una causa concreta sobre arte, literatura, cine y un largo etcétera de disciplinas. La clave es ser concienzudo con un plan que seduzca y remueva el sentimiento intelectual y a poder ser que rasque el bolsillo de un grupo de desconocidos mini mecenas.

Ligado a Menorca, donde desde hace ocho años ofrece conciertos en el Claustre de Maó, Ferreries o los locales de Ciutadella Jazzbah o Es Vaporet, entre otros, el músico Dani Rifà se sumó recientemente al crowfunding desde la misma web de Verkami. Participación motivada para lograr el apoyo suficiente para el cuarto disco de Tremendamente. Finalmente con dicha financiación colectiva se alcanzaron con un amplio margen los 7.000 euros solicitados en la Red. Con "Disco de cocina" Rifà y su equipo optan por un formato de entrevistas y recetas de reconocidos cocineros a las que le ponen música y letras. Un cd-libro que está previsto que salga al mercado la víspera de Sant Jordi, el próximo 22 de abril.

El modelo de Verkami pasa por que solo las propuestas que durante un plazo de 40 días lleguen como mínimo al cien por cien de la recaudación requerida recibirán el dinero aportado por sus mecenas. A cambio, y según cada aportación los "patrocinadores" obtienen bonificaciones de todo tipo, desde artículos de merchandising (camisetas, gorras, pósters...), hasta pases especiales para conciertos, discos firmados o preestrenos en el caso de series, documentales o películas.

Conocida mundialmente como una herramienta diferente para la subvención, en España las plataformas de crowfunding continúan su propagación en Internet. Lánzanos (www.lanzanos.com), Volanda (www.volanda.com), Goteo (www.youcoop.org) o Kifund (www.kifund.com) son algunas experiencias similares a la de Verkami, y que en algún caso acotan el terreno especializándose en una disciplina cultural concreta.

El conocido actor y director catalán Joel Joan advirtió en estas mismas páginas, hace diez meses, de las posibilidades del crowfunding. En una entrevista concedida alCulturàliadeshojó parte de la margarita que le ayudaría a sufragar el film "Fènix 11·23" (fenix1123.cat) basado en la historia real de Èric Bertran que, con tan solo 14 años, fue acusado de amenaza terrorista por el mero hecho de solicitar el etiquetaje en catalán de los productos de una cadena de supermercados. Una lección en defensa de la lengua que Joel Joan y Sergi Lara acaban de rodar para la gran pantalla gracias al micromecenazgo.

Playlist, de Verkami a Antena 3"Playlist" es un claro ejemplo de cómo la viabilidad puede surgir a partir del mini mecenazgo y crecer en poco tiempo gracias a una lanzadera de seguidores desconocidos dispuestos a dar apoyo a una idea. Su creador Miguel Bosch cuenta satisfecho cómo la microserie ha sido adquirida por el portal del canal Antena 3, donde se emite online, y que también pasará a retransmitirse en Neox. ¿Su próxima meta?, conseguir más amparo para el rodaje de nuevos capítulos. Entre sus proyectos, próximamente estrenará el programa, "Nius", presentado por la también menorquina Enka Alonso y realizado para la Xarxa de Televisions Locals. Versará sobre la actualidad cultural y tiene como fin mostrar y conocer de primera mano los espacios culturales de Catalunya, así como a los profesionales del sector.

OPINIÓN
Papel después de las leyes
Tren de alta velocidad. Trayecto Colonia (Köln. Germany)-Paris. Segunda clase, junto a estudiantes y demás seres variopintos como quien escribe. Alejados de los insustanciales maletines de los yuppies modernos modelo corbata y camisa azul, comparto vagón ?entre otros- con dos imberbes franceses que por su desparpajo parecen recién salidos de la ESO. Mientras que a mi me acompaña la más que recomendable lectura del editor americano Jason Epstein ("La industria del libro. Pasado, presente y futuro de la edición". 2001), mis jóvenes camaradas de convoy vacían sus mochilas de copiosos artilugios de última generación. No veo papel por ninguna parte. A cambio, observo con atención sendos y tuneados ordenadores portátiles, el iPhone 4 de rigor con los cascos grandes que tan de moda se han puesto para escuchar música, e incluso un eBook (libro electrónico). Reitero, el papel no existe entre sus enseres. Se había esfumado. Recientemente escuché a alguien decir aquello de: "¿Cómo las nuevas generaciones van a echar de menos algo que no conocen?". Han crecido y se mueven entre pantallas táctiles y virtuales, así que ¿quién es el listo que se atreve ahora a promocionar la hoja de papel en sus manos?. Les aseguro que, abstraídos de la verdadera naturaleza de las cosas y en la modernidad de aquel ferrocarril, sus dedos se agitaban durante el "chateo" desde sus teléfonos inteligentes casi al mismo y trepidante vaivén del TGV. No hace falta explicarles que, obviamente, en estas líneas rápidas los pasajeros disponen de WIFI. Lo hay gratuito para los de primera y de pago para los de segunda, pues tristemente la fase "Titanic" perdura en el tiempo. Pero eso es harina de otro costal.

Mi experiencia viajera junto a los dos amigos pipiolos ratificó el sentido de la reflexión de Epstein aun habiendo sido escrita once años atrás. La vigencia de sus palabras es incuestionable. Su capacidad entonces para prever el cambio editorial lleva hoy al planteamiento de unos intermediarios en peligro de extinción. Al igual que el micro mecenazgo ?con Verkami como uno de tantos activos exponentes-, las letras hallan opciones válidas en plataformas como Bubok o Lulu. "Al digitalizar los contenidos a través de nuestros ordenadores personales podemos transmitir cualquier tipo de material a máquinas que impriman y encuadernen ejemplares únicos ?según demanda- en innumerables sitios remotos", advertía ya el ex director editorial de Random House. Los escritores "con marca" optan por convertirse en sus propios editores. Y como bien cita el americano, "allí donde unos ven el Apocalipsis, otros ven la oportunidad de innovar". Es la historia del papel después de las leyes. Una revolución a la que Epstein le da nombre y apellidos: la Espresso Book Machine, capaz de imprimir y encuadernar libros en menos de 5 minutos. Un cajero automático de publicaciones que ya se encuentra en algunas librerías y bibliotecas de todo el mundo. ¿Alguien da más?