Coches clásicos
Juan Verger, junto a su vecina Catalina Vich, antigua propietaria de este Seat 600 de 1971.
El deportivo de Seat
José Antonio Fernández, que no Juan, es un incondicional de la marca Seat y por eso se siente orgulloso de poder tener entre su colección este 850 Coupé de 1967.
Seat 850 Coupé
El Seat 850 Coupé fue uno de los deportivos más brillantes de su época..
Otro gran icono de Ford
Rafael Durán es un gran coleccionista: tiene relojes, bastones y un largo etc, además de coches. Nos decía que es una afición que adquirió desde joven y que le causa un inmenso placer.
Seat 600 D, el ‘rey' de los 60
Marga Perelló comparte con su marido Mateo la pasión por los coches y en particular por los icónicos Seat 600.
Matías Rebassa y su Chevrolet de 1932
Matías Rebassa, empresario del calzado ya retirado, confiesa su gran afición a este tipo de coches.
La potencia de un V-8
Ignasi Galiana tardó casi dos años en conseguir su restauración total.
Jaime Lladó, loco por las furgonetas
Jaime Lladó es un gran amante de las furgonetas de la marca alemana Volkswagen. Lleva 25 años coleccionándolas, aunque se inició con otro vehículo de la misma marca, el Escarabajo, pero finalmente decidió especializarse en las furgonetas.
Ignasi Galiana con su Chevrolet Camaro RS 350
Galiana junto a su Camaro RS 350.
Peugeot 404: Un coche de los 60 para toda la vida
Este robusto Peugeot 404 es el cuarto de la colección de Jaime Portells, amante de los clásicos, pero que por ahora ha dicho basta y se conforma de momento con difrutar, junto a su familia, de sus vehículos.
Mercedes 180 Ponti, un cincuentón con mucha clase
Miguel Martorell es un gran amante de los coches y las motos antiguas. Su su afición seguro que le viene de su trabajo, mecánico de toda la vida.
Margalida Portells y su Fiat 124 Sport de los años 60
Su padre, Jaime, lo adquirió en Santa Ponça en 2011 a un ciudadano inglés residente en la Isla.
Chrysler Imperial, un coche kilométrico
Joana Maria Portells es la joven propietaria que aparece en este impresionante Chrysler Imperial de casi cinco metros de longitud y que conducirlo, al menos en ciudad, no debe resultar nada fácil.
Un Mini con acento italiano
Antonio Crespí es el propietario de este pequeño Innocenti 950 construido por la marca italiana en los años sesenta.
Margalida Portells con su Fiat 124 Sport
Margalida posa con su Fiat 124 Sport.
Chysler Imperial de 1964
Joana Maria Portells, a los mandos del flamante Chysler Imperial de 1964, un coche realmente extraordinario
Una joya de Norteamérica
Juan Crespí está orgulloso de este Chrysler 75 de 1929 que su padre restauró durante siete años.
Rolls-Royce, nada más
Francisco Javier Vidal es el propietario de esta berlina de superlujo que adquirió hace 20 años.
El lujo y la clase de un deportivo
Este modelo descapotable Mercedes-Benz 190 SL, de 1957, lo restauró Antonio Rotger para el disfrute de su hija Marga.
Ford A de 1929
Vista general de coche con Jaume Crespí al volante. El vehículo mantiene todo su encanto a pesar de los 75 años que lleva rodando por las carreteras.
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