A finales del pasado año pudimos por fin anunciar que habíamos dejado atrás el ‘agujero’ económico que nos dejó la pandemia sanitaria en 2020. Tras dos años de intensa recuperación -los ejercicios de 2022 y 2023 tuvieron un crecimiento inusualmente elevado producto de la gran caída del PIB que sufrió Balears por el estallido de la Covid-19-, nuestra Comunidad Autónoma ha recuperado la normalidad en su evolución económica. Ya no arrastramos esa pesada losa.

Sin duda, se trata de una buena noticia, aunque no por ello debamos echar las campanas al vuelo. Los últimos estudios de coyuntura de la Fundación Impulsa nos desvelan ese regreso a la normalidad, pero eso no quiere decir que las empresas de Baleares puedan respirar tranquilas puesto que, muchas de ellas, aún arrastran deudas provocadas por los créditos e inversiones que fueron necesarios para el duro tránsito que hemos vivido.

El año 2023 fue Principio del formulario Final del formulario muy intenso y tuvo un balance bastante positivo. Un año marcado por una doble cita electoral: las Elecciones Autonómicas y Locales, que dieron un vuelco a las principales instituciones d Balears; y las posteriores Generales de julio, que lejos de generar estabilidad dieron continuidad a un Gobierno que genera incertidumbre y de difícil pronóstico.

Un año marcado también por la elevada inflación que, aunque lejos del pico histórico alcanzado en el verano de 2022 - casi llegó al 11%-, siguió siendo elevada durante todo el ejercicio, sólo moderándose hacia la parte final del año. La inflación y la senda alcista de los tipos de interés influyeron, sin duda, en las decisiones empresariales a las que se han enfrentado todos los empresarios y empresarias de estas Islas, al igual que ha ocurrido en el resto del país y de Europa. Finalizamos 2023 con una inflación del 3%, lejos aún del 2% que se marca como objetivo la UE, pero con la previsión de que siga moderándose durante este 2024, especialmente la subyacente, como así está ocurriendo en los primeros meses del presente ejercicio.

No nos gusta el pesimismo, somos partidarios de mirar la parte positiva de cada situación. Tres años después del estallido de la pandemia, 2023 fue el año en el que por fin recuperemos todo lo perdido, que fue mucho, como así lo pronosticamos 12 meses atrás en estas mismas páginas. Si Balears cerraba 2022 con un crecimiento del 11,2% del PIB (8,9% en 2021), el año pasado la cifra ya se normalizó hasta un no menos brillante 3,8%. Durante la última temporada el buen comportamiento turístico volvió a tirar de nuestra economía, recuperamos cuotas de turistas y reservas prepandemia y lideramos la creación de empleo durante todo el año situándonos en cifras de pleno empleo.
Pese a las buenas cifras, este 2024 seguimos avanzando en la senda de desaceleración que está produciéndose a nivel nacional y en parte de Europa, aunque Balears está en disposición de mantener un comportamiento mejor que el de su entorno gracias a la fortaleza del empleo y el soporte turístico.
Más de 3 años después, estamos en condiciones de hablar en términos normalizados y de PIB similar al que teníamos en 2019. No obstante, no podemos olvidar que tenemos un grave problema de productividad y que, por segundo año consecutivo, padecimos durante el ejercicio anterior una situación complicada por la falta de mano de obra cualificada y sin cualificar. Desde CAEB seguimos señalando a la formación y la innovación como claves para incrementar la productividad empresarial.
Por consiguiente, la transformación digital y energética no se puede demorar más si queremos seguir siendo un destino competitivo, que se sea capaz de diversificar la oferta turística para seguir alargando las temporadas, como ya está ocurriendo, y aumentar la productividad de nuestras empresas al tiempo que protegemos nuestro privilegiado entorno.

En este sentido, durante el año pasado desde CAEB impulsamos la Comisión de Circularidad, que arrancó con cerca de 30 asociaciones de la patronal, un tercio del total, a la que se siguen sumando adeptos. La nueva Comisión nació con la necesidad, expuesta por varias asociaciones empresariales, de que CAEB liderara un plan de acción transversal que impulse, reivindique y facilite el tránsito de modelos lineales a los modelos circulares.

Es, sin duda, la mejor alternativa para hacer frente a la crisis climática y garantizar la competitividad y la sostenibilidad de Balears. En el tránsito hacia el sistema turístico circular que estamos promoviendo necesitamos la implicación de todos los sectores porque uno sólo no lo va a conseguir. Desde CAEB estamos plenamente comprometidos en impulsar los proyectos sostenibles que están poniendo en marcha muchas de las empresas de nuestras asociaciones.

En relación con este 2024 ya en marcha, las empresas de Balears tienen plena confianza en su buen hacer y, a pesar de la alta preocupación que les provoca la inseguridad jurídica (47%), la incertidumbre política (45%) o la inflación (33%), el 82% considera que la situación actual de su compañía es buena o muy buena y, el 58%, cree que irá a mejor, según el reciente informe ‘Perspectivas Balears 2024’, realizado por KPMG en colaboración con CAEB. Como indicaba, el alza de los precios ha supuesto un verdadero quebradero de cabeza también a nivel empresarial los últimos dos años: casi dos de cada tres directivos de Balears afirman que el impacto del alza de los precios en sus márgenes de beneficios ha sido alto o muy alto.

Sobre la coyuntura actual de la economía española, el 37% de empresarios de la Islas considera excelente o buena la situación actual, aunque las previsiones para los próximos 12 meses son más negativas y el 51% de los directivos cree que la economía evolucionará a peor. En clave regional, el 64% de los directivos califica la situación actual de nuestra economía doméstica como buena o excelente, aunque el porcentaje de aquellos que prevén que evolucionará a mejor se reduce en cinco puntos (pasa del 36% de 2023 al 31% de este año).

Así, para mantener el viento a favor que permita continuar la buena marcha del tejido empresarial balear, el binomio digitalización y el talento se afianza en las agendas corporativas de las compañías baleares. No solo son las dos prioridades estratégicas más comunes entre los empresarios, sino también se marcan como los dos principales retos porque los empresarios de nuestra Comunidad Autónoma son conscientes de la importancia de contar con las últimas tecnologías, pero también de que, sin las capacidades y habilidades necesarias, la transformación no culminará con éxito.

La simplificación administrativa, la reducción de impuestos y de los costes laborales que sufren las empresas, también están entre los objetivos empresariales para este año en curso. En este contexto de menor inflación, cobra especial relevancia el I Acuerdo Interprofesional para la Negociación Colectiva de Illes Balears al que llegamos patronales y sindicatos el pasado diciembre, dando prioridad a la formación y la competitividad en la negociación de los futuros convenios colectivos, que permita mejorar nuestra productividad.

Con personal más formado y cualificado, también se mejora la productividad. Se trata de un acuerdo de vital importancia, no sólo por el contenido, sino porque demuestra que las empresas y los sindicatos llegan a acuerdos al margen del gobierno de turno.

Además de mejorar la productividad -llevamos dos décadas perdiendo fuelle respecto a nuestro entorno nacional e internacional-, entre las necesidades empresariales está apoyar e incentivar sin demora políticas efectivas que solventen el acceso a la vivienda, que permitan la llegada de profesionales de diferentes sectores.

Con estos retos y grandes desafíos por delante, desde CAEB seguimos reclamando el protagonismo que el sector empresarial merece. No valemos sólo para ser llamados en ocasiones de emergencia, también exigimos nuestro espacio y voz cuando los temas nos afectan directamente. Confiamos plenamente y somos firmes defensores de la colaboración público-privada.

La patronal balear funciona desde hace 46 años con independencia política y económica. No pedimos nada a las Administraciones públicas, simplemente que no pongan piedras en el camino y que sigan apoyando al tejido empresarial, esencial para el progreso y el futuro económico, laboral y social de nuestro Archipiélago. Desde nuestra independencia, continuaremos interactuando con las administraciones y los diferentes sectores sociales y económicos defendiendo siempre los intereses empresariales.l