Momento en el que la brasileña cayó lesionada | Josep Bagur Gomila

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La alegría del domingo por la consecución del título de la Copa de SM la Reina fue del todo incompleta para el Avarca de Menorca ya que esta se vio algo eclipsada por la lesión de la central brasileña, Marcela Amaral, que acabó tumbada en la pista y siendo retirada en el transcurrir del primer set de la final ante el Heidelberg, tras sufrir un importante chasquido en su rodilla izquierda. La bermellona tuvo que retirarse para acabar viendo la final desde el banquillo y con hielo en su pierna, con el cuerpo técnico intentando consolarla. Y este lunes por la mañana mismo, acompañada por su entrenador, Bep Llorens, visitó la Clínica Juaneda de Ciutadella, donde se le practicó una resonancia magnética cuyos resultados se sabrán este martes o miércoles.

Máxima preocupación en el seno del club y en la mente de la misma Marcela Amaral, en una calma tensa, a la espera de que se confirme un diagnóstico final que no invita demasiado al optimismo. «Toca esperar el traumatólogo y hoy (por ayer) estaba más estable pero no es de fiar y sí, tenemos miedo», no dudaba en reconocer a «Es Diari» Llorens, que no quiso extenderse demasiado.

En cualquier caso, cierto pesimismo ante una lesión que apuntaría aparentemente a ser grave.

Otra damnificada de la Copa

Por su parte, la joven internacional catalana del Avarca, Zoí Mavrommatis, también tuvo que ser acompañada por Llorens a la Clínica Juaneda de Ciutadella, aquejada de unas molestias musculares en el abdominal y, de entrada, «no sería nada importante aunque será seria duda para este sábado en casa ante el Fundación Unicaja porque es algo justo y dependerá de la evolución», detallaba el mismo técnico bermellón, confirmando en que en el próximo encuentro, «ya sí estará seguramente».