¿Adiós definitivo? ¿Seguro ya que Llorens no la llama más?
— Eso creo, pero ya no digo nada (risas). Cuando tomé la decisión de dejarlo hace dos años no tenía intención de volver y por eso se fichó a otras jugadoras en mi puesto. Después se dieron ciertas circunstancias que hicieron que regresara, primero por Daly y luego por la marcha de Helena. El club necesitaba ayuda y dado que mi vida personal me lo permitía, pues volví.
¿Por qué ahora? ¿Retos personales fuera ya del voleibol?
— Sí. Estoy en una etapa de mi vida en la que priorizo otras cosas. Principalmente claro, mi futuro laboral.
Creo que le quedaba cuerda para rato. ¿Se veía aún por calidad y físico en el Avarca?
— Por suerte siempre me han respetado las lesiones y sigo haciendo ejercicio. Sí podría haber jugado algo más de tiempo.
En este último amago de regreso, ¿cómo se sintió? ¿'Mono'?
— Me sentí bien porque conozco el club, la forma de trabajar de Bep y a la mayoría de compañeras. Fue fácil volver a adaptarse.
Admítanos, ¿ha tenido algunas ofertas tras dejar el Avarca no?
— Algunas sí han habido.
¿A día de día ya no se puede vivir no del voleibol únicamente como años de oro en SFV?
— Muy poca gente ha podido vivir solo del voleibol y al menos en mi caso, nunca ha sido así y lo he tenido que complementar trabajando.
¿Qué valoración hace de su larga etapa en el CV Ciutadella?
— Positiva. Cada año he intentado mejorar y superarme en cada faceta y en líneas generales creo que he cumplido.
Llegó a ser la capitana... ¿Le ha faltado quizás anotación siendo la mejor bloqueadora?
— El primer año sí estuve floja en ataque; los otros años ya mejoré mis números. De todas formas, las centrales no recibíamos mucho balón, por lo que anotábamos menos.
La selección española absoluta, ¿su gran cuenta pendiente?
— No, en absoluto, hay otras jugadoras mejores.
El actual Avarca, ¿llegará finalmente a Play off? ¿Se sorprendió que no entrara en la Copa?
— Creo y espero que así sea, hay calidad para ello. Y sí, pensaba que se jugaría la Copa; de hecho, la clasificación se decidió en el último partido. Está bastante igualado todo y dejar algún punto en el camino se paga caro.
¿Qué le parece la plantilla?
— Me gusta, creo que es una plantilla bastante equilibrada.
Lleva un tiempo el Avarca en tierra de nadie en la tabla. ¿Debería dar un paso adelante de cara a la gente y propio club?
— No creo que sea así. El problema es que no se puede comparar el equipo de antaño que ganaba ligas y tenía un presupuesto mucho mayor, al de ahora.
Pongámonos tiernos, ¿qué le ha dado el voley? ¿Y quitado?
— Me ha aportado muchas cosas buenas, como compañerismo, disciplina, poder de superación y muchos otros valores. He viajado mucho, que siempre enriquece, y hecho algunos amigos. ¿Quitarme? Tiempo para hacer otras cosas y perderte algún que otro momento importante con amigos y familia.
En el CV Ciutadella, ¿dónde radica el mérito de cumplir ya once años en Superliga siendo una isla, con lo que ello implica y complica?
— Está formado por personas que realmente aman este deporte; gente seria, honrada y que trabaja mucho, desinteresadamente, para que siga habiendo equipo. Es mucho mérito y quizás no se reconoce como debe.
Dos últimas cosas, ¿trabaja bien el club la cantera viendo las jugadoras que sube a SFV?
— Cada año más jugadoras júnior ayudan en los entrenamientos de Superliga y esto hace que aprendan y mejoren más rápido. La intención es buena, luego, si se consigue jugar o no, depende de otros factores.
Acabamos, ¿no se plantea hacerse entrenadora o colaborar de otra manera en el voleibol?
— No entra en mis planes ser entrenadora. Colaborar de alguna manera es más factible.
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