Secuencia del partido que anoche enfrentó al Extremadura Arroyo y al Avarca de Menorca | E.P.E.

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Extremadura Arroyo 1

Avarca de Menorca 3

Un Avarca Menorca sólido y más eficiente en el bloqueo se impuso (1-3) a un Extremadura Arroyo ansioso para quebrar el lapso de derrotas apilado en las últimas jornadas. El primer set fue a parar a las menorquinas, que estuvieron por encima en el marcador casi en todo momento, a excepción de la recta final en la que las arroyanas llegaron a colocarse 22-21, pero a raíz de ese momento emergió, más si cabe aún, la figura de Raquel Brun, la mejor de las visitantes en la primera manga con 6 puntos. Por la parte local, la que más brillo en el primer período fue Yohana, autora también de 6 tantos. El primer acto concluyó 22-25.

El segundo acto arrancó con un Arroyo inconsistente, cometiendo algunos errores inocentes con el saque, y acusando también falta de comunicación en algunas acciones que finalizaba en punto fácil para las de Bep Llorens. Las menorquinas fueron mucho más sólidas, haciendo 'solo' lo correcto, suficiente para mantenerse con opciones en el set. La jugadora senegalesa del Arroyo Mbow dominaba en la red, alternando supremacía ahí con Dalliane y Sara Esteban. La manga finalizó con Sara mandando al saque obligando a una recepción arroyana muy desajustada, subiendo el 16-25 al marcador.

Raquel Brun erraba del primer saque del tercer set, algo que sería de lo más significativo, ya que las menorquinas no harían acto de presencia en esta manga. Transcurría el set de entre cierta pasividad visitante, sabedoras las de Llorens del colchón que acumulaban. Entretanto, las arroyanas crecían, aupadas por su estruendosa hinchada. Las baleares con 17-7 abajo buscaban la mirada de Llorens, que asistía atónito al devenir del set. El final de la tercera manga no podía ser de otro modo que con un fallo en el saque de las isleñas.

Bea Vázquez ponía su sello al inicio del cuarto y definitivo set con un bloqueo. Los primero compases de la manga fueron toda una declaración de intenciones de las de Llorens, que parecieron aniquilar de sus pensamientos el tercer horrendo parcial. En la grada, de entre tambores y vítores a las extremeñas, se escuchaba a Vázquez hablar de actitud a sus compañeras, una cualidad para desenvolverse en la pista que a ella le sobra hasta par contagiar a su equipo: lo suyo son los intangibles, esos por los que no vela las estadísticas.

Por su parte, Brun volvió a entonarse en la red y Sara Esteban volvía a exhibir potencia. María Larracoextea, que volvía a pisar la pista que un día fue su casa, ponía el 16-20 de un gran saque directo. El 18-25 final fue fruto de una mala recepción de Gracielli. Ahí acabaron los sueños de primera victoria para un Arroyo que echó en falta el talento en la red de Jessica Soares.