El Avarca progresa a lo grande

El primer parcial, que se prolongó durante media hora, fue el más igualado y pudo decantarse para cualquiera de los dos lados, pero a partir de ese momento, salvo leves intentonas locales, el Avarca de Menorca llevó siempre el peso del marcador.

En el primer set fue todo muy igualado, siempre dos puntos arriba para uno u otro equipo hasta que el Aguere se situó con 22-20, liderado por Janine Sandell, exjugadora del equipo menorquín, pero en ese momento comenzaron a fallar las locales, nerviosas al ver que podían cerrar el parcial y colocarse con 1-0 en el marcador. Esta dinámica la aprovechó el Avarca para poner la directa y con cinco puntos seguidos cerrar el set, colocándose por delante de un rival que en el segundo parcial iba a acusar lo mal que había acabado el primero.

Así, en la segunda manga empezaron los problemas del Aguere desde el comienzo. Rápidamente se adelantaron las de Llorens con una importante ventaja de siete puntos. Todo ello hizo sentir cómodo a las menorquinas, que sin sufrir los problemas y tener que sudar como en el primer parcial desarrollaron un voleibol de gran nivel, jugando cómodas. Hubo una tímida reacción del Aguere, quizá propiciada más por un lógico relajamiento de las jugadoras de Avarca, pero finalmente el cuadro balear volvió a imponerse con las acciones de una Raquel Brun estelar, que desquició a las rivales gracias a su gran saque. La solidez de la jugadora fue lo más destacado no sólo en este parcial, sino a lo largo de todo el partido.

El tercer set arrancó más igualado que el segundo. Las locales sabían que solamente les valía la victoria frente a un Avarca con muchas menos premuras. El Aguere fruto de este gran arranque llegó incluso a ponerse por delante en el marcador 9-8, pero un parcial de 0-7 favorable al Menorca volvió a colocar con claro dominio a las de Ciutadella, colocando al equipo visitante con una cómoda ventaja que mantuvieron hasta el final del periodo. Apenas inquietó en estos minutos finales el equipo tinerfeño, que bajó los brazos y esperó a que fueran llegando los puntos de una victoria que con todo merecimiento se acabó adjudicando un Avarca imbatido.