Con un cupo habilitado para 439 participantes, el equipo organizador ha dispuesto una lista de espera para aquellos jugadores que no han podido realizar su inscripción a tiempo. Por el momento, de esos 439 jugadores, 335 pertenecientes a 48 federaciones distintas están encuadrados en el grupo A, mientras que los 104 restantes, procedentes de 15 países diferentes, competirán en el grupo B.
No solo las cifras de participación indican el éxito y el furor que causa este torneo en el mundo del ajedrez, sino que también la gran calidad de los ajedrecistas. Entre ellos se encuentran el Gran Maestro (GM) indio Nihal Sarin —top 50 del mundo que suma su tercera edición—, el legendario GM ucraniano Vasil Ivanchuk, el GM español José Carlos Ibarra —top 100 mundial en blitz de renombre gracias a su faceta como streamer—, el Maestro Internacional Javier Habanse —campeón del mundo sub16—, y la Maestra Internacional Aleksandra Maltsevskaya —campeona de Europa femenina de blitz—, entre otras grandes figuras del ajedrez mundial.
Un torneo con aura y prestigio
«La idea inicial para el primer año era que pudiesen venir algunos jugadores importantes y que la gente de aquí pudiese jugar torneos, porque para los menorquines es difícil salir de la Isla y participar en competiciones de alto nivel», explica el director David Pons.
El hecho de que el actual campeón del mundo con apenas 18 años, Gukesh Dommaraju, venciera tanto la primera como la segunda edición bajo la condición de superpromesa y con solo 16 años elevó al torneo insular hasta el primer plano del escaparate mundial. «El Open Chess Menorca pasó a estar rodeado por una especie de aura que animó a otros jugadores de gran nivel a apuntarse. Eso hizo que la tercera edición se la llevase Arjun Erigaisi, quien llegó a ocupar el segundo puesto del ranking mundial», indica el propio organizador.
Que el torneo menorquín se haya convertido en una parada obligatoria para los jugadores más top adquiere una mayor relevancia si se atiende a la condición de abierto que ostenta.
«El alto perfil de estos ajedrecistas no se ajusta a las condiciones de los torneos abiertos y se suelen inclinar por los cerrados, los cuales funcionan por invitación y ofrecen unos premios económicos mucho mayores que los que podemos ofrecer nosotros», explica David Pons. Sea como fuere, los genios del ajedrez parecen ser plenamente conscientes de la magia del Open Chess Menorca.
Crisol de nacionalidades
Otro de los aspectos que destaca el director del torneo es el «gran mercado asiático» que ha logrado atraer en las últimas ediciones, al mismo tiempo que se suman cada vez más ajedrecistas estadounidenses. Sin ir más lejos, para este año se espera que participen 16 jugadores norteamericanos.
Aunque a los jugadores austríacos les salga más a cuenta inscribirse en el Open de Nueva York por la combinación de vuelos (’bendita’ doble insularidad), estos también se suman al abierto menorquín, el cual deja historias insólitas. «Pasan cosas curiosas. Se reencontraron para jugar en la Isla un padre que venía de la India y su hijo que llegaba desde Canadá», revela David Pons.
El apunte
El niño prodigio argentino, Faustino Oro, confirma su presencia en la Isla
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