Nuevo y apasionante desafío a la vista para el regatista olímpico de Maó y enrolado desde hace ya varias temporadas en las filas del RCN de Palma, Joan Cardona. El que fuera flamante medalla de bronce de la clase Finn en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio 2020, utilizaba este jueves sus propias redes sociales para anunciar su próximo y ambicioso reto, en una nueva metamorfosis deportiva del menorquín: estar en los siguientes Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
Joan Cardona avanzaba ayer que junto a su compañera del SailGP español, Nicole van der Velden, «con la que llevamos un mes compartiendo muchas horas de trabajo», expresaba el insular, se proponen estar en los próximos JJOO de los Estados Unidos y en la clase Nacra 17, en otro cambio de rumbo del deportista mahonés. Y todo ello será de la mano como entrenador de Antón Paz, medalla de oro en Tornado en Pekín 2008, una garantía de éxito, de entrada.
«Estamos muy contentos de unir fuerzas hacia los próximos juegos del 2028», expresaba el de Maó, quien lleva un tiempo ahora inmerso en el proyecto español de SailGP– en la competición de catamaranes voladores–, en la que precisamente este pasado verano, Cardona y compañía se proclamaron vencedores del mundo, junto a la misma Van der Velden. La nueva pareja deportiva de Cardona compagina la campaña olímpica con el equipo de SailGP, con el español F50 Victoria, y cerca estuvo de estar ahora en París 2024 en la clase iQFOiL femenino. Sí estuvo la hispano-arubeña en su paso a Nacra 17, clase con la que compitió en los Juegos Olímpicos de Río 2016 representando a Aruba y en la que acabó la 16ª.
Palabras del mahonés
Cardona reconocía ayer por la tarde a «Es Diari» que hay, «muchos cambios respecto a la clase Finn, en la Nacra 17. Es un catamarán volador y vas colgado de un trapecio. Por lo tanto, es mucho más rápido y diría que se asemeja a la SailGP en pequeño y partimos de una muy buena base», razonaba a este diario el insular. «Mi función será llevar el timón y es menos física que la del tripulante. Somos una tripulación de las pesadas y por tanto yo tengo que intentar estar lo más delgado posible para que así Nicole pueda estar fuerte y no pierda masa muscular», subrayaba, en pleno análisis de su nueva aventura deportiva. «Nicole y yo nos conocemos mucho, tanto personal como profesionalmente. Ella es una mujer con unas características físicas y talento increíbles, sumado a su gran profesionalidad y ganas de trabajar. Navegamos juntos en el SailGP, que también se trata de un catamarán ‘foileador’; todo junto nos hace vernos con bastantes posibilidades de llegar a Los Ángeles 2028 y con opciones de medalla», vaticina seguro de sí mismo.
Ahora su planificación estará completamente enfocada al próximo Mundial 2025 de octubre en Cagliari (Cerdeña) y la primera regata será el Princesa Sofía, en abril. «Después está todo bastante abierto todavía de cara a preparar bien el Mundial y Antón Paz nos ayudará mucho a progresar lo más rápido posible», de cara a un 2025, «completamente enfocado a nuestra nueva clase Nacra 17 y SailGP. Con estos dos retos ya es un calendario muy completo», asegura.
El apunte
«Al saber que el Marítimo quería el Mundial tuve claro que debía hacerse en Menorca»
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