Imagen de la representación de Maó en Sevilla.

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Sevilla acogió, por primera vez desde el Mundial de 2002, una prueba de pista y lo hizo para acoger la segunda Copa España Sprint Olímpico donde se disputaron todas las pruebas olímpicas y en la que además estaban en juego las últimas plazas para el Europeo y el Mundial en la modalidad júnior femenina. El alto nivel de los clubes participantes dejó sin premio a la expedición del Club Marítimo Mahón pero algunos de los palistas se llevaron sus mejores marcas además de algunas finales B.
La gran esperanza, Claudia Vidal, acabó en quinto lugar en K1 500 júnior en la final B, lejos de esas plazas internacionales pero con su récord personal en 500 metros. Ana Carreras, por su parte, se quedó fuera de las eliminatorias por solo cinco centésimas. Ambas se consolaron con una brillante sexta posición en el K2 500 metros.

El equipo masculino júnior aprovechó la experiencia en Sevilla para ir acumulando vivencias de cara a su formación y en K2 no lograron pasar las eliminatorias mientras que en K4 lograron una buena regata pero quedando fuera de la final A. Con todo, las sensaciones fueron buenas.

En sénior, la principal buena noticia fue el registro de Dión López, que se quedó a siete décimas de la final de K1 1000 metros en su primera participación, mostrando un gran nivel de forma mientras que Isaac Cordero se quedó fuera de las eliminatorias.

Dión López y Vinca Escandell consiguieron el mejor registro en K2 500 metros del Club Marítimo Mahón pasando la eliminatoria en novena posición para acabar como quintos en la final B, cerrando un gran papel.

El equipo de K4 firmó una buena participación en los 500 metros, ganando a equipos con experiencia en Mundial, con una buena eliminatoria, una mejor semifinal y acabando en novena posición en la final B en una distancia que no es su especialidad.