Kike Perelló, en una de las muchas curvas del circuito de Vic.

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Tenemos Kike Perelló (MC Racing) para rato. Y más, viendo en el momento personal y deportivo en el que se encuentra el veterano piloto de Maó, al que parece que no le pasan los años y siempre estando ahí arriba, compitiendo ante presupuestos infinitamente superiores en el Campeonato de España, de Catalunya y de Balears. Este fin de semana anterior se disputó la XIX Pujada La Trona, en Vic, puntuable para el Campeonato de Catalunya de Muntanya 2024. En ella estuvo presente el piloto menorquín, Kike Perelló, a los mandos de su Porsche 911GT3. Y el deportista de Maó, piloto de la Escudería Mallorca Competició, tuvo una destacada actuación en tierras catalanas, finalizando octavo Scratch, tercero de Turismos y segundo del grupo GT.

Perelló, que para esta ocasión tan especial en una de las carreras más míticas del calendario de montaña volvió a recurrir tras meses al Porsche 911GT3, se mostraba más que satisfecho. «Era un circuito muy complicado y estrecho, de muchas curvas. Y la verdad es que con mis puestos salió más que bien, ya que llevaba desde octubre sin competir con este coche», señaló el mahonés.

«De inicio fue difícil pero me fui adaptando y, a parte, hemos cambiado de marca de neumáticos (Falken) y los probé el mismo día de la carrera, imagina. No salió mal, y al final corrimos a muerte, siendo un éxito, quedando tan solo por detrás de dos aviones», exclamaba Perelló, entre bromas.

Perelló de cada vez más se dedica a disfrutar de las carreras y del mundo del motor y, por ello, últimamente, «lo que son objetivos fijos de competición, no me marco ninguno. Corremos donde me viene de gusto y gracias a mi familia y mujer, que me lo permiten, laboralmente». No oculta Perelló que estar siempre en el Top5, «es muy complicado. Cada día voy al gimnasio y me cuido mucho a nivel físico. A parte, diría que quien vale, vale y me siento un privilegiado, disfrutando del momento», abunda Perelló. En La Trona mismo, «fui de menos a más, las ruedas me dieron seguridad y fui a muerte desde la primera manga porque amenazaba lluvia. Muy feliz el equipo y yo, bajando fácil 15’’ de una manga a otra».