Las 16 patinadoras, junto al cuerpo técnico que forman la propia entrenadora, Liber Olives, junto a Mary Mier y Clara Catchot.

TW
0

Éxito sobre ruedas de las patinadoras del Club Escuela Patinaje Artístico UD Mahón en el Campeonato de España de Grupos Show que se celebró el pasado fin de semana en el majestuoso Palacio de Deportes de Santander. El joven equipo, formado por 16 patinadoras de entre 13 y 18 años de edad la mayoría de ellas, exprimió al máximo la oportunidad de compartir pista con los equipos más grandes de esta modalidad: «Sabíamos que íbamos a quedar últimas, es un mundo inaccesible para nosotras, pero el premio era poder estar en el mismo espacio que los más grandes», asegura Liber Olives, entrenadora del conjunto mahonés.

Después de un invierno muy duro y una temporada en la que las patinadoras lo han dado todo, han alcanzado el objetivo: superar todas las pruebas para participar en el Campeonato de España. «Llegar hasta aquí era más que suficiente, era el premio para el equipo», asegura Olives, que explica que los equipos que participan en este tipo de eventos cuentan con miembros «más adultos y preparados, con una gran experiencia y trayectoria dentro del mundo del patinaje» y recuerda el ejemplo del CPA Olot. «Las patinadoras alucinaron, encontraron el espacio fascinante y pudieron ver cómo funcionan y cómo se preparan el resto de equipos», afirma, subrayando que pasaron de la pista de UD Mahón a la de, ni más ni menos, el Palacio de Deportes de Santander.

Clausura del Campeonato. | L.O.
Noticias relacionadas

Más allá de la puntuación, las patinadoras de la UD Mahón se marcaron como meta disfrutar y demostrar en la competición su trabajo. Y lo hicieron. «Estamos muy orgullosas porque hicimos un espectáculo limpio y bien desarrollado, dentro de nuestras posibilidades, y no nos sancionaron en ningún momento», celebra Liber Olives. La entrenadora destaca que «no nos importaba la puntuación, porque sabíamos que no jugábamos en nuestra liga, lo que nos llevamos es una sensación gratificante y positiva por todo el aprendizaje». Más aún cuando recibieron halagos «por lo contentas que estábamos, por nuestras sonrisas y por nuestra satisfacción, por el buen rollo que desprendíamos y por demostrar que lo importante no es solo ganar».

La experiencia, subraya, ha servido de motor para las patinadoras, que han vuelto a la Isla, no sin antes descubrir Santander y meter los pies en la playa del Sardinero, con «unas ansias y una motivación tan elevada» que la temporada «promete».