Sete Benavides, en una imagen captada en el Real Club Náutico del Port de Pollença. | F. FERNANDEZ

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Sete Benavides añade una nueva medalla a su palmarés como piragüista de alto nivel. El palista del Real Club Náutico del Port de Pollença (RCNPP) ha recibido la confirmación oficial por parte de la Federación Internacional de Piragüismo (ICF) de la concesión del bronce en la distancia de C1 200 metros en el Campeonato del Mundo disputado en 2014 en Moscú, en el que el balear finalizó en cuarta plaza, por detrás del lituano Shuklin, a posteriori sancionado por dopaje.

Esta reasignación, nueve años después, es una consecuencia de la que meses atrás supuso la concesión de la medalla de bronce en C1 200 en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 al propio Benavides -cuarto en Eton Dorney-, tras confirmarse el positivo por dopaje por clorodehidrometiltestosterona (Turinabol), un esteroide anabólico, en el reanálisis de las muestras del lituano Jefgenij Shuklin, quien fue descalificado tras obtener la plata en aquella cita.

Ese resultado adverso de Shuklin arrastraba también otros posteriores, como el que ahora ha dado a Sete el bronce en el Mundial de 2014, que supone su cuarta medalla de este metal en unos Campeonatos del Mundo, uniéndose a los también bronces en C1 200 metros de Szeged 2011 y Duisburgo 2013, y al tercer lugar en C2 500 metros en Szeged 2019. El pasado mes de agosto, durante el Mundial, la ICF le informó del fallo, aunque hasta este martes no le ha llegado la notificación oficial, previa a la entrega de la presea.

Benavides, de 32 años, y que en la actualidad compagina sus entrenamientos con el apoyo al equipo nacional de canoa y a los palistas del Real Club Náutico del Port de Pollença, junto a su entrenador Kiko Martín, tiene la posibilidad de reclamar otra medalla. Y lo hará. Se trata del bronce en el Europeo de 2013, también en la distancia de C1 200 metros.