Todavía eufórico tras su actuación estelar, Pons, que pasó unos días en Ciutadella para vivir en primera línea las fiestas de Sant Joan antes de adentrarse al Mundial 2023, se mostraba ayer para «Es Diari», «muy contento por este gran resultado, y más teniendo en cuenta que en la primera ronda me equivoqué con la elección del material y luego protagonicé una gran remontada, pasando rondas, hasta ser séptimo», se congratulaba Pons, después incluso de vengarse en la repesca de quien lo eliminó de inicio. Más mérito tiene para el insular este top10, viniendo de una época no muy buena y con lesiones de por medio.
«Es un deporte extremo y llegó que ni bajaba las escaleras, con las dos rodillas lastimadas. Me recuperé y estos días lo noté algo porque apenas tengo tiempo para entrenar», asume, siendo el mejor de su edad en este certamen mundial. «La clave estuvo en mi cabeza; siempre soy muy auto exigente y perfeccionista cuando compito y esta vez me lo tomé más tranquilo, diciéndome a mí mismo que podía hacerlo, algo que no me creía antes. Me veía inferior al resto y sin opciones y aquí me dije, ‘tú puedes', ronda a ronda», expresa, orgulloso de sí mismo.
Pons siempre ha querido ganar y pese a que ahora entrena ya menos, por temas laborales y familiares, «la presión siempre es la misma. Siempre he sido competitivo pero me faltaba madurez mental, confiar en mí mismo. Se trata de hacerlo mejor que el otro, no perfecto. Y al final sale, con la serenidad con la que competí ahora», se auto analiza Pons, quien tuvo estos días como gran aliado a su padre en las Canarias. Tras esta brillante posición, Josep Pons, que ya se tomaba la competición de otra manera ante los top mundiales, admite que es una inyección anímica, si bien es consciente que su realidad actual le obliga a estar con los pies en el suelo. «Trabajo y familia mandan y a nivel económico, a esta edad, ya priorizas otras cosas. Cuando pueda disfrutar del Mundial lo haré pero ya a nivel de siempre viajar ya no merece la pena. Al final, si me va bien, lo que ganas es lo que gastas, y para mí ya es un hobby ahora», nos cuenta, realista. O sea, que «muy feliz claro». Y encima, lo logró justo el día del aniversario de la boda de sus padres, «por lo que tuvimos muy presente a mi madre. Se lo dediqué a ella, por la que empecé el windsurf».
El apunte
Pons ve «muy complicado» volver a competir este año en la Copa del Mundo
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