Las opciones del ascenso pasaban por ganar todos los tres enfrentamientos restantes de forma holgada y esperar que los resultados de sus rivales directos favorecieran (el CIDE mallorquín y Arroyo de Tejada madrileño).
La jornada del sábado era la idónea para intentar recuperar puntos y partidos respecto a sus rivales directos, ya que Maó se enfrentaba a dos equipos en zona de descenso y CIDE, que también buscaba el ascenso, se veía las caras con el líder indiscutible IES La Orden B.
Triunfo mahonés, 7-0, sobre el Huesca B. Y La Orden B sobrepasaba las expectativas de los mahoneses al derrotar por 6-1 a CIDE, lo que motivava el empate entre CB Maó y CIDE. En la segunda jornada del sábado, la clasificación dio un vuelco inesperado. El CB Maó volvió a cumplir (7-0 al colista, Alfajarín) y el CIDE se dejó dos nuevos partidos que provocó que los mahoneses les sobrepasaran por un solo partido. Y algo menos esperada fue la victoria de Lanzarote sobre Arroyo Tejada por un disputadísimo 4-3, lo que hizo que el CB Maó fuera a dormir, a la espera del último enfrentamiento del curso, en puestos de ascenso por primera vez en toda la temporada. El problema de Maó era que debía ganar a Arroyo Tejada con la misma diferencia que CIDE sobre Palencia, a priori un rival más asequible.
Se empezó perdiendo los dobles mixtos, con Andreu y Olivia, en un partido muy digno, y CIDE caía también en los mixtos contra Palencia. Todo seguía igual. Y Maó empezaba a ganar los puntos que preveía. Cille y Mar jugaron el mejor dobles femenino de la temporada y no dieron muchas opciones a sus rivales. Cille volvió a demostrar su increíble nivel (ha ganado los dieciséis partidos que ha disputado, y solo una ausencia le ha privado del MVP). CIDE cedía también los dobles femeninos, y un 5-2 de los mahoneses ya les daba el ascenso. Carlos Riudavets y Albert Navarro hacían valer su papel de favoritos y ganaban los dobles. Lo propio hacían Cille y Albert en sus respectivos individuales. Maó ya estaba 4-1 arriba, se aseguraba plaza de pódium y tenia los 4 puntos con los que contaba sobre el papel, quedaban los dos más dudosos y que podían ser necesarios para el ascenso. Después de que Palencia ganara dos partidos a CIDE, con uno bastaría. Por su parte CIDE recuperaba y se ponía 1-2 después de ganar el doble masculino, era una reacción esperada y Maó no podía depender de más favores por parte de los palentinos y necesitaba cerrar el punto necesario por su cuenta.
Con esa actitud salió Mar Casasnovas, que en un partido que ya está en la historia del bádminton menorquín, consiguió imponerse en 11-9 en el quinto set de un partido de infarto, tanto para la propia Mar, para su entrenador en pista, sus compañeros en la grada y para los jugadores y amigos del club que siguieron los partidos desde una pequeña pantalla en la Esplanada de Maó en la que se celebraba la jornada d'Esport al Carrer.
Carlos Riudavets
Este 5-1 ya daba el ascenso matemáticamente a los mahoneses y se celebró en la grada como se merecía, pero es que Carlos Riudavets, quiso poner la guinda al pastel derrotando al MVP masculino de la categoría para hacer subir el 6-1 al marcador. Carlos, en un año muy difícil en lo personal para él, ha sido clave esta temporada tanto dentro como fuera de las pistas. Sin sus puntos y sus alineaciones este ascenso del CB Maó no hubiera sido posible.
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