Fue un partido de intercambio de golpes entre las dos parejas más potentes del circuito, que mostraron todo tipo de recursos subiendo a la red, moviendo la bola de un lado a otro y retándose con voleas muy exigentes. Este choque es ya un clásico de las grandes finales World Padel Tour.
Con el 3-2 y la aparente igualdad, Ariana Sánchez dominó y Paula Josemaría como gran segunda espada en el ataque y en la defensa se pasó a un 5-2, en un visto y no visto, que les allanó el camino.
Triay y Salazar respondieron en su siguiente servicio, pero en el siguiente volvió el torbellino de la catalana y la cacereña para cerrar un primer set donde impusieron el ritmo ofensivo (6-3).
El segundo parcial fue el de la igualdad, infalibles ambas parejas en sus turnos de saque (1-1, 2-2, 3-3), hasta que llegó el momento clave en el séptimo juego, una rotura de saque de Sánchez y Josemaría con un juego en blanco para dinamitar la final (3-4).
En ese contexto, y crecidas las número dos del mundo, no dejaron opciones a Triay y Salazar y enlazaron los dos juegos siguientes para repetir el 6-3.
«Ha sido la mejor final que hemos jugado y nuestro mejor partido del año», resumió Ariana Sánchez tras el partido en el décimo título suyo junto a Paula Josemaría.
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