El regatista CNC, Felip Moll, ayer al mediodía, minutos antes de zarpar con su ‘mini’, Allevà.

TW
1

Poco después de las 9h de la mañana el regatista del Club Nàutic Ciutadella, Felip Moll, entregaba su teléfono móvil a la organización de la Mini Transat 2021. Y sobre las 15:30h, los 90 osados– con Moll como primer menorquín en la historia de esta aventura transatlántica–, emprendían su aventura con la primera etapa, a Santa Cruz de la Palma, de 1.350 mn. La segunda, el 29-O, de la Palma a Guadalupe (Caribe), con 2.700 mn. Se calcula que los primeros en llegar tardarán unas tres semanas, en una prueba en la que el objetivo principal y el sueño de cualquiera es acabarla;también para el Allevà de Felip Moll, de Es Nàutic. Tal es la dureza de la regata internacional Mini Transat 2021 que pocos navegantes la repiten y algunos ni siquiera han podido finalizarla.

«Es mi quinto año, me veo preparado aunque es cierto que en el mar te puedes encontrar situaciones que no controlas. Superar las clasificaciones previas te da conocimiento y experiencia que te garantizan llegar hasta el final, a priori», decía Moll, ayer mismo, para «Es Diari». ¿Preocupaciones? «Hay muchas pero si me viene una tormenta, por ejemplo, está en mi mano solucionarlo técnicamente; lo que no controlas es una colisión con un objeto no identificado. Aquí está quizás mi gran miedo pero es algo imprevisible y además, no he hecho una prueba así». Moll (CNC) reconocía «ciertos nervios, pendientes de la meteorología y con muchas ganas de empezar porque los preparativos son duros», decía el regatista del CN Ciutadella. Después de tener que aplazar 24 horas la salida por el tiempo, Moll prevé, «en teoría, un frente en Finisterre, todavía por definir. Será una regata ventosa esto es seguro; y complicada», avisó. Como curiosidad, uno de los muchos peligros, aparte del viento o de los objetos que se pueda encontrar –o del tráfico marítimo–, es que ahora, por el norte de Galicia, «hay una zona con orcas. Esperamos que no se acerquen porque directamente atacan a los veleros, aunque no me preocupa mucho».