Nadal, tres veces campeón del Abierto de EEUU, consiguió pasar así a la final del último Gran Slam del año después de un encuentro de más de dos horas y media en el que Berrettini trató de superar a su rival con potentes saques y despistar con repentinas dejadas.
En un primer set, la estrategia del italiano de 23 años, parecía funcionar, pero la consistencia de los golpes de Nadal mellaron poco a poco la confianza de Berrettini.
La primera manga, que se extendió cerca de una hora y cuarto, fue tan igualada que desembocó en un tie break que estuvo muy cerca de llevarse el italiano.
Sin embargo, las bolas clave se le estrellaron al romano en la red y Nadal salvaba dos puntos de set ante la incredulidad del público del Arthur Ashe, que este viernes quedaba protegido del lluvioso clima por su techo retráctil que se estrenó el año pasado.
En el segundo set se le notó menor confianza a Berrettini, número 25 del mundo y el tenista más joven en llegar a una semifinal del Abierto de EE.UU. desde 2010, que cometía un total de 44 errores forzados durante el partido, mientras que Nadal ya había aprendido a lidiar con sus dejadas.
El tercero lo estrenó el español rompiendo el servicio de su contrincante en la primera oportunidad, y aunque Berrettini seguía haciendo gala de su potencia y precisión, la red definitivamente de convertía en su peor enemigo.
«Creo que el primer set fue frustrante porque tuve un montón de puntos de break y no quieres estar en un tie break con Matteo», afirmaba el español sobre el ajustado final de la primera manga, en el que aseguró tuvo «suerte» tras tener un marcador de 5-2 en contra en el desempate y que consiguió dar la vuelta.
«Después de eso el partido cambió mucho y empecé a jugar con más calma y más agresivo», explicaba Nadal minutos después del partido.
En lo que va de competición, el de Manacor sólo ha dejado escapar un set de los 16 que ha jugado, que se llevó el croata Marin Cilic en el partido de octavos de final de este lunes.
El número 2 del mundo quiso además dar la enhorabuena a Berrettini, de quien dijo es «muy joven» y tiene «un gran futuro por delante».
Entre el público se encontraba precisamente el único otro italiano que llegó a las semifinales del Abierto de EE.UU., Corrado Barazzutti, que logró la hazaña en 1977 pero fue derrotado por el estadounidense Jimmy Connors.
La del domingo será la quinta final en el Abierto de EE.UU. de Nadal, en la que se enfrentará contra el número 5 de la clasificación mundial, Daniil Medvedev, otro jugador de 23 años, y a quien el mallorquín describió como «un jugador sólido» y «el que mejor está jugando este verano».
«Tendré que jugar mi mejor tenis. (...) En una final de un Grand Slam no puedes esperar un oponente fácil», aseveró.
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