Héctor Pons, en su intervención en el acto de ayer; a su derecha, Hernández, Salord y Damián Borrás. A la izquierda, Nacho Marra | Gemma Andreu

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Una regata eterna. Así se entiende el futuro de la Copa del Rey de Barcos de Época-Vela Clásica Menorca, cuya edición de este año, décimo sexta en la historia, este jueves ‘suelta amarras', en virtud del discurso que proyectó el presidente del ente organizador, el Club Marítimo de Mahón, Antoni Hernández, en el decurso del acto de presentación de la misma, celebrado a mediodía de este miércoles en la sede de la emblemática entidad náutica del puerto de Maó, y que contó la asistencia de la vicepresidenta del Consell, Maite Salord, y del alcalde de Maó, Héctor Pons.

«Me atrevo a garantizar que la Copa del Rey de Barcos de Época seguirá en Maó durante muchos años porque se trata de nuestra competición estrella. Buscaremos apoyos donde haga falta, si es necesario debajo de las piedras», refirió Hernández.

Por su parte, el alcalde de Maó, Héctor Pons, quiso poner también en valor una regata que no es sino «de gran interés» y una «promoción impagable» para Maó, Menorca y la economía insular, en lo que por su parte coincidió Maite Salord.

Concerniente a la óptica estrictamente deportiva, 45 barcos provenientes de once países distintos para un contingente de cerca de 500 deportistas (que se incrementa al millar contabilizando acompañantes), que fragmentarán la flota en cinco clases. Época, que abarca veleros construidos antes de 1950 y cuya clasificación diferenciará a los que montan vela cangreja (trapezoidal) o bermudiana (triangular); Clásicos, con barcos botados entre 1950 y 1975, y Espíritu de Tradición, que cita embarcaciones clásicas modificadas, barcos de fibra de los años 70 y réplicas modernas. La regata zarpa este jueves y finaliza el sábado.

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