La guarnición insular. De derecha a izquierda, Pedro Fàbregues, Guiem Bosch, Joan Martí, el mallorquín Pedro Vicens y Miquel Adrián, posan en Gijón. | P. F.

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El mahonés Pedro Fàbregues Seguí se hizo el pasado fin de semana con la sexta plaza en el Campeonato de España sub 23 de Pesca Submarina, celebrado en aguas del Cantábrico, en Gijón. Fàbregues, además de firmar la mejor clasificación de la guarnición insular que compitió en el norte del país, fue uno de los únicos siete pescadores que capturaron alguna pieza y calificaron entre los 32 inscritos en el evento.

Las pésimas condiciones del mar, fría y con abundante suciedad, derivaron en un campo de visión practicamente inexistente bajo el agua, y condicionaron de modo absoluto un campeonato  que dominó el valenciano Cristian Carreres (pescó dos piezas, la mayor, un pinto de 792 gramos de peso) y que tuvo en el mallorquín Pedro Vicens, con su cuarto puesto, al mejor balear.

Fàbregues, por su parte, pescó un pinto de 528 gramos –el peso mínimo para puntuar era medio kilo–, que le llevó al sexto puesto. Miquel Adrián, el ferrerienc Joan Martí y Guiem Bosch, completaron la expedición insular, si bien ninguno pudo presentar pieza alguna, por lo que se quedaron, al igual que otros 24 participantes, sin puntuar en la clasificación final.

Los menorquines arribaron a Gijón un par de días antes de la cita (que se celebró el sábado, 26 de septiembre) expresamente con la intención de 'reconocer' la zona con antelación. «El objetivo era acostumbrarnos. El Cantábrico es diferente, más frío, el pescado es similar, pero los peces son más grandes. El primer día el clima acompañó, pero en el segundo las condiciones empeoraron», evoca Fàbregues sobre las primeras horas en la latitud asturiana, escenario, el de la segunda jornada de 'ensayos', que no se alteró para la competición.
«No, al contrario, Había mar de fondo, el agua estaba sucia... la visibilidad era muy complicada, bajo el agua apenas veías más allá de un metro», abunda el joven pescador mahonés.

«La gente de allí nos comentó que en esas circunstancias, no se sale a pescar», matiza Fàbregues, aunque desde la organización tampoco se contempló la posibilidad de aplazar o suspender el evento.

El sexto puesto, considerando todas las variantes, satisface al joven pescador menorquín, que pone también en valor la experiencia al margen de los registros. «Ha sido una lástima pescar en esas condiciones, pero nos lo hemos pasado bien», sentencia Fàbregues, cuya próxima competición se emplaza para 2016.