El ciutadellenc le endosa una dura patada con la izquierda, el pasado viernes en Sarajevo. | OSLOBODJENJE

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Definitivamente anteayer por la noche la prestigiosa Final Fight Championschip celebrada en Sarajevo (Bosnia) volvió a dejar patente que el reconocido púgil de Ciutadella Frank Muñoz no se encuentra ni mucho menos en su mejor momento de forma física y mental. El ciutadellenc, en un combate sin mucha historia donde ninguno de los dos arriesgó demasiado, acabó claudicando ante el ídolo local, Dzevad Poturak. Una derrota que ha escocido y mucho a La Pantera de Menorca, que tras caer anteriormente ante César Córdoba, reconocía ayer a «Es Diari» que quiere meditar sobre su futuro, obligándose probablemente a un parón en la competición en un 2015 aciago hasta el momento en cuanto a alegrías en el cuadrilátero.

Muñoz, que admitió que incluso se está planteando no asistir a la pelea del 21 de abril en Rusia de la Tfnet Cup «por no poder prepararlo en condiciones», se mostraba ayer afectado, consciente que el camino para volver a su mejor versión es «que la Pantera vuelva a tener hambre de pelear y también tiempo para prepararme en condiciones», señala. Unas condiciones que avanzaba Muñoz ya desde Amsterdam, «seguramente no van a pasar hasta antes del verano, cuando finalice este curso universitario ya que al fin y al cabo mis estudios de Sport Management es lo que me va a dar estabilidad y prosperidad en el futuro. Así que hay que tomar decisiones», confesaba, alto y claro. Un Muñoz que achaca en parte su mal momento al medio año sin competir tras ser campeón del mundo: «Estaba a un nivel muy alto y con una motivación enorme que ahora por todas mis responsabilidades no es tan alta en cuanto a competir. Es un deporte duro y no puedes salir a medio gas ya que me juego la integridad física en cada combate».

Insiste por tanto Muñoz en que llega el momento de «reflexionar sobre mi situación y replantearme mis prioridades en este momento de mi vida. Esto es un deporte durísimo repito y no puedes salir a medias. Si lo haces es mejor parar», exclamaba, convencido, ya en su casa en Holanda.

Ahora, repetía el menorquín, «la historia y la situación cambian pues tengo muchas responsabilidades que requieren gran parte de mi dedicación diaria. Actualmente estoy trabajando a jornada completa de lunes a viernes con el ayuntamiento de Amsterdam en la organización de un gran evento para promover el kickboxing en la ciudad. También estoy estudiando para preparar los exámenes de abril del grado universitario en Sports Managmeent y también doy clases de entrenamiento personal a mis clientes. Y todavía tengo que sacar tiempo de donde no lo hay para entrenarme duro al máximo nivel para mis combates de kickboxing», detalla, lanzando esta reflexión. «Es obvio ver que mentalmente, aunque creía que podría con todo, no es así y mi cabeza está con demasiadas cosas que quitan motivación y energía para salir con el hambre necesaria en los combates como por ejemplo cuando gané el Superkombat mundial. Ahí vivía y moría por el kickboxing y ahora las prioridades y obligaciones han cambiado y hay que tomar decisiones como, de momento hasta el verano, no creo pueda compaginar todo a la vez».

Todo ello, sin dejar de echar la vista atrás, pensando aún en la derrota ante Córdoba. Un palo que «está claro fue por mi bajón físico de 10 kilos que me dejaron sin potencia muscular», zanjaba anoche Muñoz, sentado, descansando, y meditando su futuro a medio y largo plazo.