Imagen del momento en el que Muñoz fue coronado

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En el mundo existe gente nacida para luchar. Ya sea contra un rival entre las doce cuerdas de un ring, frente a las injusticias de un deporte controlado por jueces, promotores y federaciones o ante las propias trabas que pone el día a día fuera del cuadrilátero. Frank Muñoz es una de esas personas y si algo ha aprendido del deporte y de la vida es que besar lona no es el final del camino. Siempre es posible levantarse, coger fuerzas en el rincón y volver a plantar cara en el siguiente asalto.

Pero en esta ocasión al púgil de Ciutadella no le han dejado vestirse de corto hoy en Monza (Italia) para defender su merecido título de campeón del mundo de superkombat que conquistó en la localidad rumana de Galati al imponerse en la gran final a Redouan Cairo y en un combate que necesitó llegar al asalto extra para conocer al ganador. Tal y como reconocía ayer a «Es Diari» un enfadado y muy disgustado Frank Muñoz, «mi rival, Andrei Stoica, ha renunciado a pelear contra mí al no sentirse preparado al cien por cien para un combate que sabe que será de los más duros de su carrera», informaba ayer desde Amsterdam.

Una Pantera que a modo de reto ya avisaba que a pesar de «la gran decepción, ya que aglutinaba muchos meses esperando esta pelea, estoy muy motivado para pelear contra él durante el año que viene». O sea, que de momento el ciutadellenc seguirá en el trono como as mundial en superkombat. «Sigo siendo el campeón actual del mundo hasta que tenga la oportunidad de defender mi título. Stoica peleará pero sin el título en juego».