Igualdad con frío. El duelo en Es Migjorn estuvo muy igualado y la vuelta en Maó será decisiva - Gemma Andreu

TW
0

La semifinal entre el Migjorn y el Menorca deberá esperar hasta el jueves a mediodía para saber qué equipo estará en la final, porque el primer capitulo de ayer acabó en empate a cero goles, en un partido tosco, duro, con muchas ganas de hacer las cosas por la vía rápida pero sin ningún acierto y muy pocas ocasiones a lo largo de los noventa minutos.
Eso en lo referente a lo que sería el puro juego, porque sería tremendamente injusto no referirse a la climatología, al fuerte y gélido viento que azotó sin miramientos tanto a unos futbolistas que, por momentos, tenían una gran dificultad para dominar el esférico, como al entusiasta público que en una cifra cercana a los 350 espectadores, se acercaron al Municipal de "Los Nogales" para animar a un equipo que en esta competición les ha dado tantas alegrías. Y mención especial, por supuesto, a un grupo concreto de unos 30 aficionados que pusieron la nota de color -verdiblanco, por supuesto- y musical -con bombos, 'vuvuzelas' y cánticos varios- a una semifinal que fué gélida.

Y es que empezó con toda la intención por ambas partes, cierto, pero con muy poco juego. Migjorn y Menorca apelaron a la misma condición para imponerse. El primer tiempo fue tremendamente igualado, con alguna ocasión lejana para los verdiblancos pero con la más clara para los blaugrana, en un disparo dentro del área que acabó sin consecuencias.
Tras el descanso, más de lo mismo, aunque con el paso de los minutos daba la sensación, quizá más clara en el último cuarto de hora del encuentro, de que el Menorca se ponía algo a la defensiva, quizá pensando en que queda otro partido en casa.

Y quizá por pensar todo lo contrario, el Migjorn apretó algo más. Pero sin acierto. Su acción más destacada llegó por mediación de un fuerte disparo de Adán que rechazó la defensa. Poco más. Mucha intención, mucho frío y la decisión que se desplaza al próximo jueves en el Estadi Maonès.