Álvaro Vaquero sólo tiene palabras de agradecimiento hacia el Menorca Bàsquet, club en el que ha desarrollado su profesión de preparador físico y ayudante técnico en las últimas siete temporadas coincidiendo con la época de esplendor de la entidad que le convierte en uno de sus responsables.
Este joven extremeño que ha echado raíces en la Isla y aquí continuará, conoció ayer oficialmente la decisión del club de no renovar su contrato. "Es parte de este trabajo; no cuentan conmigo porque quieren aire fresco en el cuerpo técnico aunque me han dicho que están muy contentos con mi labor", explicó ayer a este diario. Y en la hora del adiós no hay reproches, "yo estoy muy agradecido al Menorca porque en estos siete años he disfrutado y crecido muchísimo profesionalmente". Se va, añade, "sintiendo que he aportado mi grano de arena en los dos ascensos y con el trabajo que he hecho aunque no soy yo quien debe valorarlo, por eso tengo una sensación de tranquilidad". El único matiz de esta despedida "es haberme enterado por la web del club sin que nadie me lo dijera antes. Me han pedido disculpas porque, evidentemente, fue un error informático y yo lo sé, pero durante todo el domingo creo que alguien podía haberme llamado y decírmelo. De todos modos esto es irrelevante y no empaña para nada lo bien que he estado en el Menorca", indica.
Echando la vista atrás, Álvaro Vaquero, que llegó a la Isla avalado por Curro Segura, indica que "lo mejor, claro han sido los dos ascensos, especialmente este último porque ha sido durísimo, mucho más que el primero". No encuentra cuestiones negativas, y en cuanto a los profesionales con los que ha trabajado "me quedo con todos porque de todos he aprendido, tanto de entrenadores como de jugadores. Todo lo que me llevo son satisfacciones, porque siempre disfruté, incluso el año del descenso".
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