Una autopista hacia las semifinales aunque saturada de tráfico se abrió ayer para el ViveMenorca tras conquistar la segunda batalla, que no la guerra (63-61), en el segundo partido de la serie de cuartos de final frente al Breogán de Lugo gracias a dos tiros libres de Victor ya con el partido terminado. Como consecuencia, el grupo de Olmos, protegido por el peso determinante de su afición, dispone de hasta tres oportunidades para acceder a la siguiente ronda, aunque visto el epílogo harto polémico de ayer, el cuadro menorquinista deberá sudar sangre para liquidar la serie en Lugo. En el peor de los casos si pierde los partidos del miércoles y el viernes en tierra hostil, podrá hacerlo en ls Isla el próximo domingo.
El trayecto hacia el 2-0 fue especialmente sinuoso porque el Leche Rio Breogán endureció aún más su propuesta baloncestística con un juego físico que convirtió el duelo en una pugna titánica. Los garrotazos se sucedieron en ambas pinturas y buena fe de ello fue la enconada pelea ante Betinho y Victor. Tomó el Breogán la delantera en el primer acto manifiestamente defensivo (4-9, a 4'58). Umeh no podía con Xavier y era sustituido por Marc Fernández, y Coleman hacía de todo tanto atrás como arriba ante Turner y Montañana, de nuevo en el '5' inicial. Los robos y el trabajo defensivo acabaron por dar una renta mínima a los gallegos al final del acto (20-21) cuando ambos técnicos, conscientes del desgaste que se producía en el parquet ya habían introducido la mayoría de sus rotaciones.
La continuación del juego sostuvo la ventaja para el Breogán. Olmos había puesto en zona a sus hombres y con Urko por Turner, el Menorca adelantaba a su rival (23-21). Pero la defensa mahonesa no funcionaba al tiempo que Coleman, incluso conductor de varios contraataques, bien auxiliado por Javi Román, controlaba la pintura. Sendos triples de Corbacho y el propio Román impulsaban un parcial de 2-11 (25-32).
Turner había vuelto tras las dos faltas de Urko, y junto a un inspirado Caio Torres neutralizaban el avance gallego auspiciando otro parcial de 9-2 (34-34) pero un último triple de Balmon daba el mando en el luminoso al Breogán en el tiempo de descanso (34-37).
La tensión se multiplicó con el regreso de los gladiadores al centro del coliseo menorquín sin que la presión ambiental que recordaba a la magia del vetusto 'poli' en las noches inolvidables de play-offs amedrentarará a los gallegos. Un triple de Turner equilibraba de nuevo el partido (37-37) pero el ViveMenorca encontraba más problemas con la tercera falta de Ciorciari y un par de decisiones arbitrales discutibles. Caio Torres sustituía a Monti y Domínguez daba un leve descanso a Coleman mientras Turner mantenía su batalla particular con Adrien. El Menorca, sin embargo, se cerraba atrás y su defensa se convertía en infranqueable para los gallegos. Domínguez insistía con la zona que rompía Víctor con un triple y antes del final entraba llorando una nueva canasta de Caio que ponía un parcial de 5-0 para entrar en el último tramo con 4 puntitos de ventaja (48-44).
Lo mejor estaba por llegar y llegaría con el crono a cero en el epílogo del choque. El ViveMenorca había estirado la ventaja a los 6 puntos (50-44) pero entre Vallmajó y Ordín impidieron que el partido se rompiese. Ordín empató a 61 desde la línea de tiros libres tras dos ataques errados de Ciorciari y Marc. La última bola era para el Breogán y se la jugó Coleman desde 4 metros. Lo que pudo ser triunfo gallego derivó en falta clara de Betinho sobre Victor en el rebote. Y, claro, Víctor no falló sus tiros libres y el Menorca se llevó el triunfo mientras Adrien y Domínguez paseaban su indignación en el camino a vestuarios y la tangana aparecía en el parquet.
"El público de Lugo no juega, el nuestro sí"
Rubén Domínguez, técnico del Breogán, fue el protagonista de la rueda de prensa a la que sólo accedió, dijo, para hacer una proclama contra el arbitraje "En todo el año no he hablado ni una vez de los árbitros, no protesto y les digo a mis jugadores que no lo hagan pero hoy lo que he sentido es una vergüenza máxima. Un equipo que pega y protesta todo el partido no puede ser que al final salga beneficiado, de esta manera, es lo único que creo que debo decir, y defender a mis jugadores".
Paco Olmos no quiso entrar al trapo aunque sí replicó sutilmente a su colega al señalar que "yo no opino de los árbitros, el partido acaba en la pista. A nosotros nos han pitado 23 faltas y a ellos 17". Y defendió a los colegiados indicando que "no es fácil arbitrar este play-off, hay que respetarlos".
En relación a la falta que decidió el partido, el técnico del Menorca dejó claro que Betinho se había apoyado a Victor en el salto, "he visto a Betinho por encima del tablero y yo no sé si se puede saltar tanto, no sé como ha saltado hasta ahí y los dos árbitros estaban en la línea con la jugada".
El miércoles aguarda un ambiente de lo más hostil en Lugo. Olmos quiso restar cualquier temor y dijo que "el partido se juega en la pista, por tanto, que los deportistas sean honestos. Sabemos que será duro pero ya hemos tenido una situación difícil en Lugo. El público anima y no juega, el nuestro sí juega pero es el único. Debemos centrarnos sólo en el juego porque tenemos una gran oportunidad".
Del partido comentó que "ha sido como se preveía muy duro, físico, parejo y se ha decidido en una última defensa. Nuestro nivel defensivo vuelve a ser ejemplar aunque nos ha faltado más energía en primeras líneas y algo de concentración. En ataque hemos estado algo revolucionados. Salimos de la serie como queríamos con el sufrimiento que sabíamos que iba a ser y tenemos claro que no se ha acabado".
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