Bustos conoció la noticia minutos después de comparecer ante los medios informativos en la zona mixta del estadio Olímpico y de ser pesimista al respecto.
"¡¡A LA FINAL!!! Gracias por todo el apoyo, el sábado más!!!!", escribió en su cuenta de dicha red social sobre una fotografía hecha en la parte exterior del estadio Olímpico de Río.
Bustos había llegado a la meta prácticamente andando, duodécimo y último con un tiempo de 3:56.54 después de ser trabado por el ugandés Ronald Musagala cuando el mallorquín iba en el centro del grupo, a punto de tomar la última curva.
El subcampeón de Europa de 1.500, tocado por detrás en una pierna, se trastabilló y se salió de pista para regresar después ya descolgado, sin la menor opción de aspirar a las cinco plazas de clasificación automática para la final.
El mediofondista, que compitió en la segunda serie, se colocó tercero en la salida, mientras tiraba el ugandés Ronald Musagala (2:03.59 por el 800), y oyó el toque de campana en quinta posición.
A la salida de la penúltima curva la carrera se aceleró y en la contrarrecta Bustos se vio encerrado, se desequilibró en la maraña de piernas y se salió de la pista, quedándose descolgado.
El responsable de mediofondo en el Comité Técnico de la Federación Española, Jorge González Amo, sospechó que el derribo a Bustos fue deliberado. «Le ha trabado la pierna de apoyo y le ha sacado de pista. Yo ya no sé qué pensar, ha podido ser deliberado», comentó a EFE.
El propio Bustos se mostraba pesimista respecto a una eventual recalificación, antes de conocerla.
El mediofondista, que disputará su primera gran final tras conseguir un bronce y una plata en los Europeos, esta última este año en Amsterdam, lamentaba que el tropezón le costara la eliminación porque «estaba para luchar» con el grupo de cabeza ya que «iba con bastante fuerza».
Bustos, calificó el incidente de «mala suerte».
En la penúltima ronda, pasaban los cinco primeros a la final y solo dos por tiempos.
«Que sea difícil no quiere decir imposible. Lucharé con todas mis fuerzas para estar en la final», había anticipado. Se había clasificado por tiempos para las semifinales gracias a su registro de 3:39.73 en las series.
Bustos, presente en sus segundos Juegos Olímpicos, sabía que la proliferación de atletas africanos, muchos de ellos defendiendo nacionalidades distintas en los cinco continentes, dificultaba todavía más el acceso a semifinales y final en mediofondo y fondo.
«Mi verdadera final pueden ser las semifinales, que es lo que valgo», había declarado, que ha regresado este año a su tierra para entrenar con Toni Roig después se su experiencia en Cantabria junto a José Manuel Abascal, el primer medallista olímpico español en esta prueba (bronce en Los Ángeles'84).
Bustos ha mejorado su actuación de Londres 2012, donde fue eliminado en primera ronda, lo mismo que Diego Ruiz y Álvaro Rodríguez. En la capital británica España no tuvo representación en la final olímpica de 1.500 por primera vez en 24 años, desde Seúl 88.
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