Gavi se sitúa justo después del mexicano Manuel Rosas, que con 18 años y 93 días consiguió anotar en el Mundial de 1930 (Uruguay). El andaluz se sitúa justo en el podio. Por detrás, otro futbolista prodigio: el inglés Michael Owen (18 años, 190 días. Francia 1998. En el 'top ten' se sitúan el rumano Nicolae Kovacs, que marcó con 18 años y 197 días en el Mundial de Uruguay; el ruso Dmitry Sychev (18 a, 231 d en 2002), el argentino Leo Messi (18 a, 357 d, 2006), el estadounidense Julian Green (19 a, 25 d en 2014), el belga Divock Origi (19 a, 65 d, 2014), el alemán oriental Martin Hoffman (19 a, 88 d. en 1974) y el rumano Constantin Stanciu (19 a, 92d en 1930).
Y es que para Gavi todo es sencillo, como lo demostró este miércoles en Catar, donde compartió la medular de la selección española con sus compañeros del Barcelona Sergio Busquets y Pedri, y como en él es natural volvió a impregnar de su espíritu competitivo al equipo. Con su alineación ante Costa Rica, Gavi además batió otro récord más, al convertirse en el jugador español más joven que juega una fase final de un Mundial, superando el registro de Cesc Fábregas, que jugó el de Alemania con 19 años.
Estos dos registros de precocidad no son los únicos que el centrocampista tiene en su poder, ya que es el más joven en jugar y también en anotar un tanto con España. Con 17 años y 62 días debutó en octubre de 2021 en las semifinales de la Liga de Naciones ante Italia (1-2 en San Siro) y batió un récord en poder de Ángel Zubieta desde 1936. Además, anotó un tanto en el República Checa-España del pasado mes de junio y le arrebató el récord a Ansu Fati como el jugador más joven en anotar un tanto para la Roja. El andaluz marcó con 17 años y 304 días.
Gavi debutó con el primer equipo barcelonista con 17 años y 24 días, un mes antes de su estreno con España, y hace un par de meses conquistó el trofeo Kopa como mejor jugador menor de 21 años de la pasada temporada. Gavi, el niño que no sabe atarse los cordones, es uno de los señalados. Su eclosión se produjo el curso pasado, pero en éste se ha convertido en un jugador determinante. Ambidiestro, es capaz de crear y de destruir, apoya al mediocentro y combina con el delantero, una ‘rara avis' en un deporte como el fútbol cada vez más superespecializado.
En cada partido demuestra nuevas cosas y va acortando pasos hacia lo más alto. Por eso el Barcelona se apresuró a cerrarle un contrato profesional en cuanto cumplió dieciocho años -a partir de agosto pasado-, aunque no le resultó fácil. Se hablaba del interés de United, Chelsea o Liverpool. El perfil de juego de Gavi casa muchísimo con el del juego británico y su juventud y su cláusula de rescisión eran un caramelo para quien quisiera llevárselo. Pero las dos partes jugaron bien sus bazas. El jugador quería quedarse para triunfar en el Barça y el club también sabía del deseo de Gavi. En cada rueda de prensa de Xavi Hernández, el técnico verbalizaba la necesidad de atar a la nueva perla del fútbol azulgrana. "Gavi es una bestia competitiva, marca diferencias. Tiene un talento increíble y su presión tras pérdida es brutal", destacó su entrenador. Fue cuadrar las cuentas, cerrar la marcha de Miralem Pjanic a Emiratos Árabes y empezar a cerrar la carpeta Gavi por parte del Barcelona, que le regaló la camiseta con el número seis.
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